jueves, 15 de marzo de 2012

VÍCTOR MORATA CORTADO: “Creo que el escritor no puede desvincularse totalmente de su vida social y en cada una de sus obras, aunque sea de forma subrepticia, se aprecia algún aspecto de su existencia”.


Por Martha Jacqueline Iglesias Herrera.

Entrevista publicada en la red social Miss ARTES en Julio del 2008.

Esta semana desde España nos llega: Víctor Morata Cortado. Este joven autor, nacido en Cartagena en 1977, el Día Internacional del Medio Ambiente, mantiene una activa participación en el ámbito literario. Ha colaborado en diversas revistas de su entorno regional como: la revista Ágora del Colectivo Cultural DUNA, la revista anual MAREA, la revista digital de la Facultad Informática de Murcia ECHO, la revista digital de la Editorial Ala de Cuervo LOGOGRIFO, la revista digital e impresa VOCES de Madrid y la revista ALADERIVA. En su quehacer como escritor cuenta con nueve libros de relatos cortos y varios de poesía, además de una obra de teatro: “La danza del Bosque”, que versa sobre la mitología asturiana y una novela: “Entre Dos Mundos”. Su espacio en la web: Mente creativa es un acercamiento a su labor más cotidiana.

JK: Háblanos de tus primeros acercamientos a la literatura.

Bueno, en primer lugar muchas gracias por esta entrevista. Es un placer estar aquí. Bien, mis primeros acercamientos a la literatura como escritor se remontan a cuando yo apenas tenía diez o doce años. Mi madre me había mandado a casa de una de sus hermanas en un pueblo pequeño y sin mucho aliciente para un niño de esa edad. Ya por entonces flirteaba con lecturas de Stephen King y otros autores que recomendaban en el colegio. Uno de esos días de vacaciones forzadas, estaba aburrido y mi tío me llevó a su oficina, una agencia de seguros con poco movimiento de personal. Pronto, me encontré sentado frente a una vieja máquina de escribir y una cuartilla manchada por una cara sin nada que hacer. Así que comencé a teclear torpemente hasta completar mi primer relato corto, que era más bien hiperbreve. “Sueños”, se llamó. Esa fue la semilla. Luego fue creciendo y no pudo dejar de escribir y acercarme cada día más a la literatura.


JK: ¿Con qué género literario se siente más identificado Víctor Morata?

Yo diría que los géneros en los que me veo más resuelto podrían ser la novela y el relato corto, aunque en la primera aún me encuentro en pañales y dando pasitos cortos para no caerme. Dentro de estos géneros, disfruto muchísimo tratando obras de corte fantástico, terror o ciencia ficción. Sin embargo, me considero un explorador infatigable al que le gusta investigar y ejercitar otros temas y géneros y de cuando en cuando me propongo ejercicios y metas literarias.

JK: ¿Qué aspectos de tu vida social ha influido en tu labor como creador?¿Y cuál no?

Creo que el escritor no puede desvincularse totalmente de su vida social y en cada una de sus obras, aunque sea de forma subrepticia, se aprecia algún aspecto de su existencia. Un amor no correspondido, una oportunidad perdida, un jefe que abusa de sus status… hay muchos aspectos que se ven reflejados en mis obras, muchos amigos a quienes he homenajeado e inmortalizado en relatos y muchas personas a las que juzgué y sentencié en mis historias mientras la vida misma se ocupa de sus fechorías.

JK: El Cosechador es un cuento que mantiene a la expectativa de principio a fin; de hecho, te valió el primer premio en el VII Concurso de Relato de Yo escribo.com. ¿Qué debe Morata a Romeo y a Julia?

Je, je… Creo que les debo, al menos, el premio. La verdad es que El Cosechador nació un día de 2006 cuando acababa de empezar un nuevo trabajo y me debatía entre continuar estudiando o dejarlo aparcado durante un tiempo. En el trabajo había un chico, hoy encargado del negocio y uno de mis mejores amigos, al que una de las empleadas apodaba Romeo por su galantería y dedicación a las mujeres que acudían al establecimiento pidiendo consejo. Entonces pensé, y todo empieza con este tipo de preguntas, ¿qué pasaría si Romeo se viera envuelto en la rutina, en lo cotidiano, de forma inexorable y cuando se afianza a ese estado se lo arrebatan todo sin explicación? He de decir que el relato quedó entonces inacabado y pasaron meses hasta que lo retomé. Ese tiempo de espera supuso que la historia diera un giro radical, más tétrico y reflexivo. En fin, creo que a Romeo y a Julia les debo mi primer premio serio y remunerado y puede que, ¿por qué no?, el inicio de mi carrera literaria en las librerías.

JK: En el manual del perfecto cuentista Horacio Quiroga plantea: “Me he convencido de que del mismo modo que en el soneto, el cuento empieza por el fin. Nada en el mundo parecería más fácil que hallar la frase final para una historia que, precisamente, acaba de concluir. Nada, sin embargo, es más difícil”. ¿Qué opinas al respecto?

Estoy de acuerdo con Horacio. Cuando el fin se conforma en tu cabeza, el resto viene solo. Es como si vieses el final del túnel y tuvieses que llegar hasta la salida. Sabes hacia donde tienes que ir y, de forma automática, comienzas a caminar conformando el camino que te lleva hasta el final. En los cuentos pasa algo parecido, aunque claro, yo hablo por mí, desde mi propia experiencia. Es cierto que en algunas ocasiones prefiero que los personajes comiencen a caminar y me sorprendan con el final, pero con un fin establecido el camino se hace sin tantos rodeos, más firme y seguro, porque sabes que allí es donde acaba el cuento.

JK: Nos comentaste que tu primera novela está siendo valorada por el comité de lectura de varias editoriales, y que ya has comenzado la preparación y escritura de la segunda. ¿Algún comentario para Miss ARTES?

Bueno, aún estoy a la espera de estas editoriales a ver qué me dicen. Hace ya mes y medio del envío de los manuscritos y no creo que tarden mucho más. Con respecto a la segunda novela, pues para qué esperar. A mí me gusta escribir, lo de publicar me encantaría, pero ciertamente es secundario, es como conseguir vivir de lo que más te gusta, así que he decidido no esperar contestación alguna para seguir con mis proyectos. Esta segunda novela la estoy estructurando de manera diferente a la anterior. Me estoy documentando bastante y creando esquemas y una estructura sólida. Ya veremos cuando empiece a escribir cómo va surgiendo.

JK: Creo que esta pregunta no faltará en ninguna de nuestras entrevistas. ¿Qué recomendación puedes dar a los escritores noveles?

Je, je… no sé si yo seré el más adecuado para recomendar siendo aún tan novel como el que más. No obstante, me aventuro a dar un consejo: no dejes de escribir ni que las críticas negativas te sepulten el ánimo, sino todo lo contrario. Cada vez que alguien te diga que no puedes no le hagas caso y sigue adelante. En esto de la escritura, por suerte, no hay un escritor que guste a todos y, por ende, uno que desagrade del todo. Cada escritor tiene su lector. Así que no cejes en tu empeño, los escritores tenemos la suerte de poder crear mundos, personajes, situaciones, maravillas mil… y lo mejor de todo es, que es gratis, tan sólo te ocupa un tiempo que además se disfruta.

JK: Si tuvieras que definir tu sueño. ¿Qué nombre le pondrías?

Tengo muchos sueños a los que me gustaría no sólo darle nombre, sino también forma. Sin embargo, en lo referente a esto que nos atañe, la literatura, diré que mi sueño tiene ocho letras: escritor. Me gustaría dominar por completo todas las herramientas que la lengua pone a mi disposición, mejorar en vocabulario y expresión… no dejar de avanzar en este camino de letras. Así, aunque escribo, aún no me puedo ganar la vida con ello. Ese sería el sueño, escritor. 
Antes de despedirme quería agradecer nuevamente a Jacqueline esta entrevista. Ha sido un placer contestar estas preguntas. Un fuerte abrazo a todos los lectores de Miss ARTES y en especial a Jacqueline.

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