miércoles, 21 de julio de 2021

Cantos a Berenice I... de Olga Orozco

Si la casualidad es la más empeñosa jugada del destino,
alguna vez podremos interrogar con causa a esas escoltas de genealogías
que tendieron un puente desde tu desamparo hasta mi exilio
y cerraron de golpe las bocas del azar.
Cambiaremos panteras de diamante por abuelas de trébol,
dioses egipcios por profetas ciegos, garra tenaz por mano sin descuido,
hasta encontrar las puntas secretas del ovillo que devanamos juntas
y fue nuestro pequeño sol de cada día.
Con errores o trampas,
por esta vez hemos ganado la partida.

sábado, 17 de julio de 2021

Para la vida...

 


Las palabras tienen poder. Por eso debes tener cuidado al pronunciarlas. Una vez formuladas desencadenan fuerzas imposibles de prever, resultados cuyos términos desconoces.

viernes, 16 de julio de 2021

Para lograr...

Si no puedes ser pino de la cumbre
sé la mata del valle… la más linda,
de las matas que van junto al arroyo
sé el arbusto si el árbol está arriba.

Si no llegas a arbusto sé la hierba
que al camino feliz y humilde vista
de no ser la almizcleña, sé la atocha
que entre todas el lago más estima.

Tripulantes, si no los capitanes,
que un lugar siempre guárdanos la vida
hay que hacer cosas grandes y pequeñas
pero siempre ha de hacerse la más chica.

De no ser el camino, sé el sendero
si no sol, sé la estrella que titila
no busquemos tamaño en la pelea
sino ser lo mejor en nuestras filas.

jueves, 15 de julio de 2021

Temblor (poema)…

Veo manchas de sangre prendidas del cielo,
trocando en magenta lo que era un índigo diáfano,
una lluvia de lágrimas ácidas fulmina lo verde
oraciones rezadas sin crédito en el aire se pierden.

Veo mares crecidos del llanto
sordo el eco a súplica, a ruego,
a quejas ausentes,
banderas izadas y ondeando
en astas ajenas
en suelos extraños donde no pertenecen.

Veo manos cerrando los ojos
de cientos de gentes,
y la tierra amparando en tropel
los cuerpos que yacen inertes.

Veo todo perdido…
contenida la venganza en los labios,
en los puños cerrados,
en los sueños truncados
por lo que se ha ido.

Veo almas en pena…
el horror, el espanto,
la angustia y el pánico
besando sus frentes.

domingo, 4 de julio de 2021

Sitio de silencio por A. J. Quinnell



A. J. Quinnell era el seudónimo del destacadísimo novelista inglés: Philip Nicholson. Cuando emprendí la lectura de Sitio de silencio, aún no sabía que Quinnell había sido el autor de la obra que dio lugar a una de mis películas favoritas: “Man on Fire” (El fuego de la venganza en España y Hombre en llamas en Latinoamérica). Quienes ya disfrutaron de este film en el 2004 recordarán la excepcional actuación de Denzel Washington (alcohólico oficial de la Marina de los EEUU y ex agente de la CIA) y Dakota Fanning (una niña de nueve años de edad, la cual es secuestrada en Ciudad de México) además de la participación, entre otros buenos actores, del cantante y actor estadounidense de origen puertorriqueño Marc Anthony.   

En Sitio de Silencio, Quinnell vuelve a retomar con mano diestra las labores de inteligencia, esta vez, entre Jorge Calderón (agente de la seguridad cubana) y Jean Peabody (que asume sus funciones como embajador de Estados Unidos) en San Carlos, pequeño país tropical. La novela está enfocada de una forma que destaca los aspectos positivos del comunismo, pero también nos hace valorar la ideología y el patriotismo de los estadounidenses.

Pero adentrémonos un poco en la obra. Como ya mencioné anteriormente, la trama se desarrolla en San Carlos, en el año 1986, donde un grupo de insurgentes comunistas (simpatizantes de Fidel Castro y la Revolución cubana) intenta derrocar al gobierno dirigido por el presidente Vargas.

jueves, 1 de julio de 2021

Yo te he soñado (poema)...


Yo te he soñado…
con tu barba crecida entre mi pelo,
llenándome el talle de señales,
sumergido en los secretos de mi pecho.

Yo fui la hembra…
que te sostuvo en sus caderas,
alimentando el gozo de una noche
que parecía ser eterna.

Cierro los ojos…
mi gesto femenino te despierta,
y en tu rostro de sombra yo dibujo
el ardor de este cielo irresistible
tan herido de soles y de estrellas.


 (Yo te he soñado y soy de ti aun cuando despierto)


II
La noche será larga.
No se ha perdido todo… déjame tu recuerdo.
Al fin y al cabo, eres mi verso hecho palabras
-aprendido de idiomas indirectos-  
pero que siempre vuelven a recordarnos
lo imposible de la vida y sus misterios.

Todo está en calma ahora.
Soy libre para llamar las cosas por su nombre.
Voy de camino hasta tus brazos
a cuenta y riesgo de un destino
que me libera del mundo y sus fracasos.

Nadie nos ve. Ámame ahora
que el sol se desangra en el silencio,
ola en el mar, espuma a punto de ser rota
en los acantilados de mi cuerpo.

Todavía conservo tus palabras
como única herencia de mis bienes,
hoy sé que llego tarde y, sin embargo,
muero de amor, de sed junto a tu fuente.