jueves, 29 de septiembre de 2016

Amores que nunca mueren




Hay amores que guardan una dulzura dolorosa.
Uno puede pensar que se han ido,
que han muerto para siempre,
que la vida urdió todo y nada hasta desencontrarlos,
y tememos nombrarlos para que no se desangren.

Porque el recuerdo es peligroso… un arma intensa,
en ocasiones, más temible que el olvido.

Se piensan apuntalados sobre los restos del pasado,
propensos a la arquitectura del derrumbe,
desterrados a las entrañas de la tierra,
mudos, maniatados, con los ojos vencidos,
debatiéndose en los entresijos del fin inevitable
en medio de un antes y un después irrepetible.

Pero los grandes amores no acaban nunca,
sus historias no se deshacen, ni se borran.
Pudiera parecer que mueren… pero renacen.
Aunque uno alguna vez tema nombrarlos
y guarden para siempre esa dulzura dolorosa.


Martha Jacqueline
Del Poemario: "Si no fuera de ti".

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Poema de Horacio De Stefano





Pero si vuelvo a tener savia en las manos
tal vez no sepa entender el dolor del que estuvieron hechas,
y aunque supiera creer… creer en cuántos!... creer en cómo!...
el tiempo parece jugar con mi ceguera,

pero si vuelvo a soplarme el polvo de los ojos
quizá no tenga razones suficientes para ver la vida,
y aunque las tenga o sostenga un bravo empeño de luces y razones,
quizá los ojos se ausenten tras la sombra que los hizo plomo de agua
y ya no tengan la altura suficiente para comprender tu vuelo y…
entender qué!... vivir por cuánto!...

pero si vuelvo a tener savia en las manos y a soplarme el polvo de los ojos,
tal vez no comprendas nunca que te quise,
porque te vuelvo a querer en cada ausencia
y en las pisadas difusas que un poeta puso al rastro de sus dudas,
y aunque no vuelva a creer habré creído por siempre…
y siempre y nunca no se mueren…
 

 Pintura de Trisha Lambi