martes, 29 de marzo de 2022

Poemas de Mario Benedetti




BIENVENIDA

Se me ocurre que vas a llegar distinta
no exactamente más linda
ni más fuerte
ni más dócil
ni más cauta
tan sólo vas a llegar distinta
como si esta temporada de no verme
te hubiera sorprendido a ti también,
quizá porque sabes
cómo te pienso y te enumero

después de todo la nostalgia existe
aunque no lloremos en los andenes fantasmales
ni sobre las almohadas de candor
ni bajo el cielo opaco

yo nostalgio
tú nostalgias
y cómo me revienta que él nostalgie

tu rostro es la vanguardia
tal vez llega primero
porque lo pinto en las paredes
con trazos invisibles y seguros

no olvides que tu rostro
me mira como pueblo
sonríe y rabia y canta
como pueblo
y eso te da una lumbre
inapagable

ahora no tengo dudas
vas a llegar distinta y con señales
con nuevas
con hondura
con franqueza

sé que voy a quererte sin preguntas
sé que vas a quererme sin respuestas.


viernes, 25 de marzo de 2022

José Ángel Buesa- Selección de poemas





POEMA DEL RENUNCIAMIENTO

Pasarás por mi vida sin saber que pasaste. 
Pasarás en silencio por mi amor, y, al pasar,
fingiré una sonrisa, como un dulce contraste
del dolor de quererte... y jamás lo sabrás.

Soñaré con el nácar virginal de tu frente;
soñaré con tus ojos de esmeralda de mar;
soñaré con tus labios desesperadamente;
soñaré con tus besos... y jamás lo sabrás.

Quizás pases con otro que te diga al oído
esas frases que nadie como yo te dirá;
y, ahogando para siempre mi amor inadvertido,
te amaré más que nunca... y jamás lo sabrás.

Yo te amaré en silencio, como algo inaccesible,
como un sueño que nunca lograré realizar,
y el lejano perfume de mi amor imposible
rozará tus cabellos... y jamás lo sabrás.

Y si un día una lágrima denuncia mi tormento,
-el tormento infinito que te debo ocultar-,
te diré sonriente: "No es nada...  Ha sido el viento". 
Me enjugaré la lágrima... y jamás lo sabrás.

miércoles, 23 de marzo de 2022

La poesía de Rosario Castellanos...

Trayectoria del polvo


Me desgajé del sol (era la entraña
perpetua de la vida)
y me quedé lo mismo que la nube
suspensa en el vacío.
Como la llama lejos de la brasa,
como cuando se rompe un continente
y se derraman islas innumerables
sobre la superficie renovada del mar
que gime bajo el nombre de archipiélago.
Como el alud que expulsa la montaña
sacudida de ráfagas y voces.

Rodé como el alud, como la piedra
sonámbula de abismos
resbalando por meses y meses en la sombra
del universo opaco que gira en los elipses
trazados en el vientre de espiga de la madre.

Era entonces muy menos
que un río desenvolviéndose
y una flecha montada sobre el arco
pero ya los anuncios de mi sangre
caminaban sin tregua para alcanzar al tiempo
y el vagido inconcreto ya clamaba
por ocupar el viento.

Nací en la hora misma en que nació el pecado
y como él, fui llamada soledad.
Gemelo es nuestro signo y no hay aguas lustrales
capaces de borrar lo que marcaron
los hierros encendidos en mi frente.

viernes, 18 de marzo de 2022

La poesía de Gustavo Pereira (Venezuela)...


Memorial de la casa vacía

Hay una casa vacía que no espera a nadie.
Hay un puente que nadie cruzará.
Hay una espuma sobre la que ningún rayo de sol deja fulgor.
Hay una mujer que me espera pero que no me conoce.
Hay un sentimiento humano tapiado para siempre
sin que ningún poeta descifre su terrible poder.
Hay un rencor que no se da y una piedad que no se recibe.
Hay un oscuro presentimiento en los huesos del que ansiamos
deshacernos y sólo logramos avivar.
Hay pájaros que confunden sus jaulas de hierro
con espesos amaneceres
                                       e idiotas que piensan ser dioses
porque tal vez en verdad lo son.
Hay nubes y frutos desconectados de todo egoísmo
y una ventana que sólo sirve para ignorar el mundo.
Hay un cofre hecho para el vacío
y una boca nacida para no ser besada.
Hay una piedra que sueña con que jamás nadie estorbe su muerte.
Hay una escritura cuya grafía es el secreto.
Hay una piel hecha para que el mar la borre.
Y hay quien sueña con un bosque solitario
junto a una pradera solitaria
cerca de una colina desde donde pueda oírse cantar el firmamento.

martes, 15 de marzo de 2022

HIJO DE CUBA SOY



Hijo de Cuba soy: a ella me liga
un destino potente, incontrastable:
con ella voy… forzoso es que la siga
por una senda horrible o agradable.
Con ella voy sin rémora ni traba,
ya muerda el yugo o la venganza vibre.
Con ella iré mientras la llore esclava,
con ella iré cuando la cante libre.
Buscando el puerto en noche procelosa
puedo morir en la difícil vía;
más siempre voy contigo Cuba hermosa
y apoyado al timón espero el día.

domingo, 13 de marzo de 2022

LA ABEJA Y SU PANAL

Una superficie plateada, móvil y llena de estrellas. Un vapor húmedo y caliente surgiendo de la frescura… un día de sol y un lago.
Un volumen rojo con centro excitado, pistilos erectos, sensuales, expectantes de polen… una flor. Un sonido cambiante, armónico y puro; un canto de vida, viril y delicado, intenso e ingenuo… un ruiseñor.
Un panal… oscuro y frío, matemático, ordenado.
La abeja X38 en su interior, lamiendo las celdas, cuidando de su limpieza, obsesiva, metódica en sus movimientos, determinada y estructurada… encarcelada.
Un sol, un lago, una flor y un ruiseñor… afuera. El orden, la rigidez, la estructura y el acuerdo… adentro.
Cierto día algo pasó en el panal, un pan de cera se desprendió de su amarre y al caer agrietó una de las paredes.
La abeja X38, angustiada y llena de pánico, corrió al lugar de la catástrofe. Estaba entrando luz por la grieta, un hilillo deslumbrante y cálido, y además aire fresco con vapor de montaña. La abeja X38 no lo podía soportar: —¡nada existe fuera del panal! —Esas eran las enseñanzas— ¡nadie es, fuera de la geometría y la estructura perfecta de las celdas! —Tal era la orden.
La X38 arregló la grieta, colocó la cera en el lugar que le correspondía y se fue a descansar.
No quería recordar… un hilillo de oro, cálido, y un olor de frescura de montaña… pero la visión volvía y volvía y un pensamiento muy débil y tímido empezó a ser escuchado:
«Hay cosas que no conoces, no todo es la estructura… existe algo afuera.»

El ÁGUILA REAL



Un hombre se encontró un huevo de águila. Se lo llevó y lo colocó en un nido de una gallina de corral. El aguilucho fue incubado y creció con la nidada de pollos.

Durante toda su vida, el águila hizo lo mismo que hacían los pollos… pensando que era un pollo. Escarbaba la tierra en busca de gusanos e insectos, picando y cacareando. Incluso sacudía las alas y volaba unos metros por el aire, al igual que los pollos. Después de todo, ¿no es así como vuelan los pollos?

Pasaron los años y el águila se hizo vieja. Un día divisó muy por encima de ella, en el límpido cielo, una magnífica ave que flotaba elegante y majestuosa por entre las corrientes de aire, moviendo apenas sus poderosas alas doradas.

La vieja águila miraba asombrada hacia arriba: “¿qué es eso?”, preguntó a una gallina que estaba junto a ella. “Es el águila, el rey de las aves”, respondió la gallina. “Pero no pienses en ello. Tú y yo somos diferentes a él”. De manera que el águila no volvió a pensar en ello.

Y murió creyendo que era una gallina de corral.

lunes, 7 de marzo de 2022

De la Habana a Coral Gables...


Ustedes dejaron mis ojos para ver...
y yo les dije adiós pensando que un día volverían
y ahora soy la otra realidad
el alarmismo del pasado
la aldaba para llamar a los recuerdos.

Ya no soy la de antes
aquí quedé representando un apellido
llevando flores a la tumba de nuestros muertos
ambicionando un descendiente
y gastando las suelas en las calles.

Aquellas… donde planeamos el futuro
sin el desgaste de los convencimientos
leyendo un Mischa o un Sputnik
y los azules de ultramar podían ser gencianas,
o nomeolvides o campánulas
y no exilios ni distancias.

Ustedes dejaron mis ojos para ver
y yo, un sucesor aferrado a su abolengo
bajo la misma luminaria envejecida
recostada al pretil del mismo credo
entre las viejas pautas decadentes
ya no soy la de antes.