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jueves, 3 de noviembre de 2022

JACKZAZEL: CANTO V

 NOTA DE LA AUTORA: Jackzazel es un canto para alcanzar un punto de elevación desde el cual se puede contemplar, a pesar de nuestra manifiesta insignificancia, el anchuroso horizonte que mella los límites de las imposibilidades del hombre, amplificando el ser un paso más allá de sí mismo. Es un caos, un maravilloso caos pincelado de matices filosóficos, dentro del cual pueden oírse los acordes de una inusitada música.

Es mi obra menos entendida, la más compleja y una de las más queridas. 

Soy Jackzazel,

el que perdió de vista con su traje de hombre los inconmensurables horizontes de su destino,

el que vio al Ángel descender de su morada etérea para verter las semillas de su gracia

en los surcos terrestres de este mundo.

 

Escucho ahora, dentro de mí, una voz desconocida que se eleva

sobre el polvo de los siglos bajo el que yacen mil generaciones:

 

Eleva tu oración Jackzazel, siente tu pequeñez y tu miseria.

Escucha el concierto armónico del infinito.

Todo te habla en un lenguaje que vibra, canta y palpita en el Universo.

Eres el hombre aún niño que aprende con débiles balbuceos el alfabeto musical

de ese poema sin fin cantado por los astros.

lunes, 7 de marzo de 2022

De la Habana a Coral Gables...


Ustedes dejaron mis ojos para ver...
y yo les dije adiós pensando que un día volverían
y ahora soy la otra realidad
el alarmismo del pasado
la aldaba para llamar a los recuerdos.

Ya no soy la de antes
aquí quedé representando un apellido
llevando flores a la tumba de nuestros muertos
ambicionando un descendiente
y gastando las suelas en las calles.

Aquellas… donde planeamos el futuro
sin el desgaste de los convencimientos
leyendo un Mischa o un Sputnik
y los azules de ultramar podían ser gencianas,
o nomeolvides o campánulas
y no exilios ni distancias.

Ustedes dejaron mis ojos para ver
y yo, un sucesor aferrado a su abolengo
bajo la misma luminaria envejecida
recostada al pretil del mismo credo
entre las viejas pautas decadentes
ya no soy la de antes.

jueves, 15 de julio de 2021

Temblor (poema)…

Veo manchas de sangre prendidas del cielo,
trocando en magenta lo que era un índigo diáfano,
una lluvia de lágrimas ácidas fulmina lo verde
oraciones rezadas sin crédito en el aire se pierden.

Veo mares crecidos del llanto
sordo el eco a súplica, a ruego,
a quejas ausentes,
banderas izadas y ondeando
en astas ajenas
en suelos extraños donde no pertenecen.

Veo manos cerrando los ojos
de cientos de gentes,
y la tierra amparando en tropel
los cuerpos que yacen inertes.

Veo todo perdido…
contenida la venganza en los labios,
en los puños cerrados,
en los sueños truncados
por lo que se ha ido.

Veo almas en pena…
el horror, el espanto,
la angustia y el pánico
besando sus frentes.

miércoles, 14 de junio de 2017

Inscripciones del tiempo...



Inscripciones del tiempo en la mudanza de visiones
que fraguan las imágenes
donde la eternidad deja caer a los protagonistas del mito
en el mensaje de la esfinge.

¿Dónde llevaba el labio la señal
del astro nacido para cumplir la rotación
de lo que llega con la memoria que clausura
el idioma de otra edad consumida
tan solo a manera de un presagio?

Se cerraron las puertas.

Ningún guardián en el umbral al rojo dio paso a lo perdido
en el brillo de la creciente noche;
pero alguien despliega la ceremonia del misterio
para erigir la llamarada tenida en lo invisible de todo poderío,
reclamo que viste de fortuna a los desnudos del ahora
oculto en la mirada del arcángel.

Se ignoran las pisadas nacidas del soplo de lo alto,
la arcilla donde adorar el ciclo de la posible ofrenda.

Ellos miran callados.
A veces… una pluma se desprende
de las regiones donde pueblan el duelo.

Y acaso donde estén
el tiempo oculte las señales que no supimos ver:
horizontes a tientas leídos en secreto
en cada línea de la mano,
incendios que anunciaban su máximo fulgor
dejando a cada paso un testimonio de cenizas,
alfabetos roídos por la invisible grafía
de arcanos imposibles.

Se alza la copa de la Estigia.
¿Alguien rompió el pacto de aquellos juramentos?

El resto se cumple en el silencio,
entre las procesiones que organizan la ausencia
con ese irse más lejos cada vez.



Estigia: Hija del Titán Océano. Guardiana de los juramentos.


Martha Jacqueline
Del Poemario: “La piedra del designio”.

lunes, 24 de abril de 2017

Te nombro...




Te nombro desde la soledad que no tengo
me acompaña un pueblo vivo en mis ojos
el cuadro de un amanecer pegado al vidrio
que abrí con nuestras miradas,
(la locura que heredé cuando alcancé a comprender
que estar cuerda es estar loca)
que allí, detrás del umbral, hay ciegos que
nunca ven sino en la noche profunda
y que hay olores nacidos del mismo surco
del viento, donde la siembra es el fruto
y el árbol crece en la ausencia.

Te nombro y miro un lirio y te toco
como te palpo en la piedra, en un milagro del barro,
en la frescura de un río, bajo la sombra de un croto,
y en la sonrisa te encuentro y en la tristeza te llamo
y allí en el cielo las nubes se leen como señales
del mismo tiempo de amor,
                                  del mismo beso en las tardes.


Martha Jacqueline

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Vestigios...



Me ha quedado la fe…
ella yace en el agua que regará la tierra,
han de girar las astas del molino
o no veré el florecer de los jardines.

Me quedó la esperanza…
sostenida en la eufónica música del arpa
han de vibrar sus cuerdas
o con el tiempo, olvidaré el acorde.

Me ha quedado el amor…
dormido a pierna suelta en el color disuelto
vital hacer empastes en el lienzo
o no veré nacer pintura al óleo.

Me ha quedado la vida…
inmóvil… detenida en el tiempo:
del brotar de las flores,
del sonido del arpa,
del arte sobre el lienzo.

Me urge que haya viento,
que toque una mano,
que exista un artista.


Martha Jacqueline
Del Poemario: "De Estirpes y Credos"