POEMA DEL RENUNCIAMIENTO
Pasarás por mi vida sin
saber que pasaste.
Pasarás en silencio por mi
amor, y, al pasar,
fingiré una sonrisa, como un
dulce contraste
del dolor de quererte... y
jamás lo sabrás.
Soñaré con el nácar virginal
de tu frente;
soñaré con tus ojos de
esmeralda de mar;
soñaré con tus labios
desesperadamente;
soñaré con tus besos... y
jamás lo sabrás.
Quizás pases con otro que te
diga al oído
esas frases que nadie como
yo te dirá;
y, ahogando para siempre mi
amor inadvertido,
te amaré más que nunca... y
jamás lo sabrás.
Yo te amaré en silencio,
como algo inaccesible,
como un sueño que nunca
lograré realizar,
y el lejano perfume de mi
amor imposible
rozará tus cabellos... y
jamás lo sabrás.
Y si un día una lágrima
denuncia mi tormento,
-el tormento infinito que te
debo ocultar-,
te diré sonriente: "No
es nada... Ha sido el viento".
Me enjugaré la lágrima... y
jamás lo sabrás.