Mostrando entradas con la etiqueta Narraciones interesantes. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Narraciones interesantes. Mostrar todas las entradas

domingo, 13 de marzo de 2022

LA ABEJA Y SU PANAL

Una superficie plateada, móvil y llena de estrellas. Un vapor húmedo y caliente surgiendo de la frescura… un día de sol y un lago.
Un volumen rojo con centro excitado, pistilos erectos, sensuales, expectantes de polen… una flor. Un sonido cambiante, armónico y puro; un canto de vida, viril y delicado, intenso e ingenuo… un ruiseñor.
Un panal… oscuro y frío, matemático, ordenado.
La abeja X38 en su interior, lamiendo las celdas, cuidando de su limpieza, obsesiva, metódica en sus movimientos, determinada y estructurada… encarcelada.
Un sol, un lago, una flor y un ruiseñor… afuera. El orden, la rigidez, la estructura y el acuerdo… adentro.
Cierto día algo pasó en el panal, un pan de cera se desprendió de su amarre y al caer agrietó una de las paredes.
La abeja X38, angustiada y llena de pánico, corrió al lugar de la catástrofe. Estaba entrando luz por la grieta, un hilillo deslumbrante y cálido, y además aire fresco con vapor de montaña. La abeja X38 no lo podía soportar: —¡nada existe fuera del panal! —Esas eran las enseñanzas— ¡nadie es, fuera de la geometría y la estructura perfecta de las celdas! —Tal era la orden.
La X38 arregló la grieta, colocó la cera en el lugar que le correspondía y se fue a descansar.
No quería recordar… un hilillo de oro, cálido, y un olor de frescura de montaña… pero la visión volvía y volvía y un pensamiento muy débil y tímido empezó a ser escuchado:
«Hay cosas que no conoces, no todo es la estructura… existe algo afuera.»

domingo, 6 de febrero de 2022

CANEK DIJO…

 

¿Y para qué quieren libertad si no saben ser libres? La libertad no es gracia que se recibe ni derecho que se conquista. La libertad es un estado del espíritu. Cuando se ha creado, entonces se es libre aunque se carezca de libertad. Los hierros y las cárceles no impiden que un hombre sea libre, al contrario: hacen que lo sea más en la entraña de su ser. La libertad del hombre no es como la libertad de los pájaros. La libertad de los pájaros se satisface en el vaivén de una rama; la libertad del hombre se cumple en su conciencia.

jueves, 7 de enero de 2021

¿Cuánto amas la verdad?

 

¿Realmente amas la verdad o simplemente eres curioso? ¿La amas lo suficiente como para reconstruir tu entendimiento, para conformar una realidad que no encaje con tus creencias actuales, y no te haga sentir feliz en un 120%? ¿Amas la verdad lo suficiente como para continuar buscando incluso cuando duele, cuando revela aspectos de ti (o de la sociedad, o el universo) que son impactantes, complejos e inquietantes, o humillantes, gloriosos e increíbles, o incluso, cuando la verdad va más allá de la misma mente humana? ¿Entonces cuánto amamos la verdad? Yo creo que es una buena pregunta para formularnos”.

 

Scott Mandelker

“En busca de lo milagroso: Fragmentos de una enseñanza desconocida”

“Hay un cuento oriental que habla de un mago muy rico que tenía numerosos rebaños de ovejas. Pero al mismo tiempo este mago era muy avaro. Él no quería contratar pastores y no quería cercar los prados donde pastoreaban sus ovejas. Las ovejas por lo tanto se extraviaban en el bosque, se caían de los barrancos, y así sucesivamente, y sobre todo se fugaban, porque sabían que el mago quería su carne y su piel, y esto no les hacía gracia. Por fin, el mago encontró el remedio. Hipnotizó a sus ovejas y les sugirió en primer lugar que eran inmortales y que no les causaría ningún daño el ser despellejadas, que, al contrario, esto era muy bueno para ellas e incluso agradable. En segundo lugar, el mago les sugirió que él era un buen pastor que amaba tanto a su rebaño que estaba dispuesto a hacer lo que fuese por ellas. Y, en tercer lugar, les sugirió que, si algo les sucedía, tal cosa no ocurriría entonces, en el mismo día, y que por consiguiente no tenían que preocuparse de ello. Después el mago les metió en la cabeza que de ninguna manera eran ovejas; a algunas les sugirió que eran leones, a otras que eran águilas, a otras que eran hombres, y a otras que eran magos.

 

Y después de esto todas sus molestias y preocupaciones sobre las ovejas tuvieron un final. Nunca más se escaparon, por el contrario, esperaban que el mago requiriera de su carne y piel.

Este cuento es una ilustración muy buena de la posición del hombre”.

 Ouspensky