domingo, 20 de febrero de 2022

Abducida en el recuerdo (poema)…



Tuvimos el amor más grande de este mundo.

Diría que el recuerdo es una ventana abierta para reencontrarnos
en la absurdidad de un tiempo que no nos pertenece
en el extrañamiento de una caricia inútil para ocupar las manos
en la certeza del sexo que nos quedó en la piel.

Quizá el olvido nos ronda incompetente como un vicio incurable
y pertenece a esas razas que no saben sostenerse sin pasado,
en las irreverencias de dioses que no quisieron nombrarnos
porque algunas luces de olvidos…
alumbran más que ciertas sombras de recuerdos.

lunes, 14 de febrero de 2022

POEMA DE LA LOCURA...

 

Hagamos una locura,

un disparate.

 

Hazme frágil,

poetisa,

tuya,

y bebamos el amor a cucharadas.

 

Hagamos un dobladillo a la dulzura,

cosamos el tiempo en la mirada,

estrujemos mi nombre con tu nombre

y matemos a un ángel:

por amarnos,

por no amarnos,

por habernos amado hasta la muerte,

por violentos,

por la errática luz de la mirada

por los “siempre”

por los “nunca”.

 

Hagamos una locura,

un disparate.

 

Como casi…

como nada…

como miedo de niños bajo el agua

que salvan a su sueño del naufragio,

como ropas de algas que nos cubren

como ganas a punto de ser ganas.

 

viernes, 11 de febrero de 2022

MÁSCARAS




Nunca entendí el extraño rostro de su máscara, quizá… por un momento, tampoco él comprendiera la libertad negadora de la mía.
Pero unas luces nuevas bañaban el asfalto, apenas… lo suficiente, para contrarrestar las duras sombras entretejidas en aquella ínsula del mar Caribe.
Ambos estábamos sentados en tronos diferentes, gradas enfrentadas en aceras opuestas y distantes.
Allí, entre nosotros, un mar hecho delirio, curtido por una sangre bárbara… antaño, dos líneas diferentes, como dos ríos bravos que sellaran sus cauces en un solo destino.
De lejos… nos mirábamos. Si había una luna colgada allá en lo alto, no lo recuerdo. Esa noche los astros tuvieron otras formas, brillaban en la tierra forjándose la senda desde aquel sueño utópico que, al fin, era uno mismo. Entre el bullicio cruel de los que nunca hablaban otras voces surgieron… apenas, un eco momentáneo, pero igualmente firme.
Mientras tanto, él y yo, seguíamos mirándonos, descubriéndonos, recortando los tramos de su acera y la mía.

jueves, 10 de febrero de 2022

NO DIGAS QUE FUE UN SUEÑO



Cuando a medianoche se escuche pasar una invisible comparsa con música maravillosa y grandes voces, tu suerte que declina, tus obras fracasadas, los planes de tu vida que resultaron errados, no llores vanamente. Como hombre preparado desde tiempo atrás, como un valiente, di tu adiós a esa Alejandría que se aleja. No te engañes, no digas que fue un sueño. No aceptes tan vanas esperanzas. Como hombre preparado desde tiempo atrás, como un valiente, como corresponde a quien de tal ciudad fue digno, acércate con paso firme a la ventana, y escucha con emoción -no con lamentos ni ruegos de débiles- como último placer, los sones, los maravillosos instrumentos de la comparsa misteriosa y di tu adiós a esa Alejandría... que pierdes para siempre.

domingo, 6 de febrero de 2022

CANEK DIJO…

 

¿Y para qué quieren libertad si no saben ser libres? La libertad no es gracia que se recibe ni derecho que se conquista. La libertad es un estado del espíritu. Cuando se ha creado, entonces se es libre aunque se carezca de libertad. Los hierros y las cárceles no impiden que un hombre sea libre, al contrario: hacen que lo sea más en la entraña de su ser. La libertad del hombre no es como la libertad de los pájaros. La libertad de los pájaros se satisface en el vaivén de una rama; la libertad del hombre se cumple en su conciencia.

jueves, 3 de febrero de 2022

SOMOS UN MAR DE FUEGOS





Un hombre del pueblo Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que todos somos un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.