Me confundí con el verde de la
pradera… libertando mis pasos de tal modo que el viento no pudo alcanzarme, y
al asomo del lago estático quise provocar las ondas, en sus aguas… ausentes. Me
sumergí para darle alma a su inexistencia emplazando su quietud.
¡Lago
de cráter!
¿Cómo
no percibí que tu entorno
era
un estado de latencia?
Tan
azul y tan diáfano invitabas al goce,
nunca
pudo existir trampa tan bella.
Y
vi metamorfosear tu fondo extinto
en
un gran cataclismo para mi pena:
lluvia
de brasas y cenizas arrojaste
calcinando
cada trozo de existencia.
Pude
sobrevivir… apenas,
y
hoy, no sé si agradecerte la vida
o
que estrenaras para mí… lava nueva.
Martha Jacqueline
Del Poemario: "De Estirpes y Credos"
Música para leer el poema:
Richard Clayderman con Love Story
Richard Clayderman con Love Story