jueves, 6 de octubre de 2022

Quitándole el ego al viento...

Anoche tuve la distancia hecha nada entre las manos…
entre el salto y lo posible se arruinaron las fronteras,
y le quité el ego al viento, mi amor,
para tenerte en el rastro,
desnuda,
(cubierta de locura y deseo cada huella)
y el hechizo de tus ojos
sumó un resto a mi imprudencia,
en esta vida que no entiendo sino es dicha por tus labios.

Apenas nada me cubre…
un verso, el invierno de mis años, tu bandera,
y me tengo en este salto hasta dejarte ir volviendo
porque nada me complace si no es siguiéndote el paso.

¿Y qué somos?
Somos amor hecho carne,
una forma bien exacta de la idea que me trajo,
algún lazo del destino que desestimó la cicatriz de mi sombra
y la distancia hecha lágrimas.

Apenas esto nos tiene,
horas de estancia en tu mundo que me forjaron los ojos,
que dieron vida a mis manos por tus manos,
que me nacieron al tiempo… como un pájaro:
ese pájaro guerrero que batalla por el nido de tus sueños,
allá… sobre los cielos más altos.

 
Esteban D. Fernández
Del Libro de Poemas: “Desde la amante sombra”

No hay comentarios: