jueves, 14 de julio de 2022

Poesía de Enrique Lihn



PORQUE ESCRIBÍ


Ahora que quizás, en un año de calma,
piense: la poesía me sirvió para esto:
no pude ser feliz, ello me fue negado,
pero escribí.
Escribí: fui la víctima
de la mendicidad y el orgullo mezclados
y ajusticié también a unos pocos lectores;
tendía la mano en puertas que nunca, nunca he visto;
una muchacha cayó, en otro mundo, a mis pies.
Pero escribí: tuve esta rara certeza,
la ilusión de tener el mundo entre las manos
-¡qué ilusión más perfecta! como un cristo barroco
con toda su crueldad innecesaria-.
Escribí, mi escritura fue como la maleza
de flores ácimas pero flores en fin,
el pan de cada día de las tierras eriazas:
una caparazón de espinas y raíces.
De la vida tomé todas estas palabras
como un niño oropel, guijarros junto al río:
las cosas de una magia, perfectamente inútiles
pero que siempre vuelven a renovar su encanto.
La especie de locura con que vuela un anciano
detrás de las palomas imitándolas
me fue dada en lugar de servir para algo.
Me condené escribiendo a que todos dudaran
de mi existencia real
(días de mi escritura, solar del extranjero). 

sábado, 9 de julio de 2022

EL ENGASTADOR

 —¿Cree que me enseñe? —pregunté.

Por un instante no me creí capaz. En ocasiones, un fuerte ruido, el paso de una sombra lograban inquietarme.

—Todo depende de los mandatos del aire… no basta la magia del cariño, ni encauzar los ríos secretos de la sangre —afirmó con severidad—. Pero sí, tienes un espíritu muy fuerte que te protege, que amansa los caminos del tiempo para ti. Y tus poderes vienen de forma natural, puedo verlo en tu ánima. 


Unos alaridos venidos de lo profundo de la selva hicieron que Pujuy levantara el vuelo. El viejo se quedó pensativo, olfateando el aire. 

Luego me miró y sonrió:

—Debes acostumbrarte a identificar el peligro solo cuando existe. Estamos rodeados de puertas invisibles, inesperadas, abiertas únicamente para quien sabe verlas. Por ellas podrás pasar cuando la ocasión lo merezca. Solo que, al final de este viaje, debes estar preparada para que el mundo cotidiano no pierda ante tus ojos el filo de la novedad, porque de lo contrario no habrá nada bajo este cielo ordinario, el cielo de este lado del mundo, que pueda saciar tu espíritu. Quedarás enganchada a otras realidades a través de las Avenidas del Poder. En resumen, tu día a día podría tornársete muy complicado y desabrido —dijo tomando un sorbo del Kuscho.

viernes, 1 de julio de 2022

SHAMBALLA...




Detrás…
el cielo del mundo es una raya en la palma del tiempo
que se lee sobre el pecho de la eternidad.
El viento florece en las espigas.
Vistamos la penumbra de sencillo, 
la voz de lo profundo, en el umbral.



Distantes como el secreto de una señal anunciada
por el trigo que los difuntos siegan más allá de los campos
abismados en el estigma de murallas de hierro;

cercanos como las cenizas de la perpetuación que dictan al pie de los oráculos
el trazado de un espacio no revelado a lo que nacerá otra vez
en el seno de lo que habita en el aura sagrada del berilo;

mensajeros del tiempo que se levantan en la memoria de la gran añoranza
del otro lado del no estar con la visión inclinada hacia la sombra
de los que no beberán las aguas de Leteo ni dejarán algo de sí
en el umbral de cada puerta leída en las tablas de piedra de la diosa.

Barro animado que se eleva hasta los humos del altar,
leche de cabra que nutre los "siete pasos" hacia los puntos cardinales,
llamado desoído por la hierba que de la providencia crece
en un murmullo de ofrenda que esgrime el sortilegio de las constelaciones.

martes, 28 de junio de 2022

La pintura abstracta contemporánea de Carrie Moyer, Estados Unidos.



Carrie Moyer es una artista y escritora. Su trabajo ha sido ampliamente expuesto, tanto en Estados Unidos como en Europa. Los museos incluyen la Bienal Whitney 2017, y una encuesta itinerante, Carrie Moyer: Pirate Jenny, que se originó en el Museo Tang en 2013. 

Moyer ha recibido premios de las fundaciones Guggenheim y Joan Mitchell, Anonymous y Creative Capital, entre otros.





miércoles, 22 de junio de 2022

Carta del soldado (poema)…



   
Compañera…
amo la parte de mí que tú habitas
sosteniendo mi canto con tu voz.
Quiero vivir amando la hermosura
que me florece interminable
en las profundas líneas de tus manos.

Paloma mía…
mi mundo está hambriento de tu risa
y tus ojos verdes son lo único que tengo
para barrer lo oscuro de esta prisa.

Aún te veo venir en la distancia
con el fusil al hombro
reteniendo en tu sangre
la parte de guerra que me toca.

(Mi herencia será tuya…
yo la pondré a tus pies para que tú la vivas)

jueves, 16 de junio de 2022

LA POESÍA DE ÁNGELA FIGUERA AYMERICH: "GUERRA"⭐


Lo supe siempre. Al percibir la vida 

doblárseme en el seno, al golpearme 

un pulso repetido por las venas,

lo supe: concebía hacia la muerte.


El Otro, aquel que hallé en el Paraíso, 

aquel a quien fui dada el primer día, 

dormía en paz ceñido a mi costado. 

Ajeno a mi pasión no interpretaba

mi vientre henchido ni mi paso lento 

ni preguntó jamás por qué mis ojos 

incrementaban su terror oscuro

bajo la luz de sucesivos soles.


Dos veces fui llenada de misterio: 

Caín crujía en mí. Me trituraba. 

Con su sabor agriaba mi saliva.

Abel me fue muy dulce. Como el zumo 

de los maduros higos en verano,

se diluía en mí, sabía suave.

Jamás dobló su peso mis rodillas.