Compañera…
amo la parte de
mí que tú habitas
sosteniendo mi
canto con tu voz.
Quiero vivir
amando la hermosura
que me florece
interminable
en las
profundas líneas de tus manos.
Paloma mía…
mi mundo está
hambriento de tu risa
y tus ojos
verdes son lo único que tengo
para barrer lo
oscuro de esta prisa.
Aún te veo
venir en la distancia
con el fusil al
hombro
reteniendo en
tu sangre
la parte de
guerra que me toca.
(Mi herencia será tuya…
yo la pondré a tus pies para que tú la vivas)