Pensado por
el oficio de tus manos… vuelo lejos.
En ti me
duermo mujer…
luz de luna,
faro que arde, patria del pecho incendiándome el latido.
Tiembla la
tierra cuando te anuncias regresándome, paloma mía.
Tu vuelo
traza la ruta de mi nido y en tu aleteo me quedo…
¿Por qué llorar corazón?
¿Por qué llorar corazón?
El dulce labio del destino me arrulla con confesiones
que solo
piden tu oído.
Bruja
amante, miel del campo, mujer del barro…
vestida de
mil distancias beso tu huella en el viento y me seduce tu aroma,
magia del
sueño donde te guardo en silencio como un pedazo de noche…
vela de la
soledad…
candil que
alumbra el secreto del pulso de este misterio
que me late
a pecho abierto, niña mía.