sábado, 30 de julio de 2022

Es un llamado a ti que estás distante...



Es un llamado a ti, que estás distante,
pero tan cerca como la ola de la arena
es un llamado en armas, necesario,
como mensaje en vuelo por la guerra.

Es un llamado a ti, que me seduces,
no es un llamado hecho por cualquiera
es un llamado de miércoles en sombra,
es como un paso mío por tu acera.

Es un llamado de noche que me crece,
sutil, alucinado… de estremecido beso
por los febriles cauces de la entrega,
es un llamado que tengo, desvelado,
como ceniza ardiendo en la madera.

lunes, 25 de julio de 2022

No habrá más cielos...



Y ya no habrá más cielos. Y qué importa.
Y nadie esperará nuestra llegada.
Y alcanzaremos el lugar sin pena
donde no crece nada. Y pasaremos.
Pasaremos también como ese pájaro
que ahora atraviesa un cielo que termina.
Y perderemos todo lo que es nuestro,
vale decir los nombres, y qué importa.

La poesía de Juan Eduardo Cirlot (España)...


La obra cirlotiana nace con vocación de hermetismo. Se trata de mensajes enigmáticos que ponen a prueba la sagacidad de los lectores. Sólo los dotados de competencia en materias esotéricas, místicas o religiosas estarán en condiciones de elaborar hipótesis de sentido.

El Ciclo Bronwyn también tiene un origen cinematográfico. Nace del asombro que la proyección de El señor de la guerra de Franklin Schaffner en Barcelona en 1966 causó a nuestro autor. Se gestó en algo más de cuatro años y se compone de dieciséis libros, además de artículos, dibujos y esquemas (Cirlot, 2001). Al finalizar el octavo libro, Cirlot creyó que el ciclo estaba concluido. Pensó entonces que debía hablar a Bronwyn en su propio idioma. El resultado son las variaciones surgidas a partir de las cinco letras del nombre de la doncella céltica. Esa técnica la aplicará en Bronwyn n, z, x, y (1969-70), Inger. Permutaciones (1971) y las póstumas Variaciones fonovisuales (1972).

La variación tercera (Fig. 8) narra la historia de Bronwyn. Se trata de una secuencia de tres planos, que explica las transformaciones sufridas por el mito a lo largo del ciclo: de imagen de mujer a idea, a ángel, de ángel a visión de la Deidad (Cirlot, 2001: 27). El relato emplea los procedimientos visuales del caligrama, el ideograma y el diagrama (Muriel, 2004: 171-73).

viernes, 22 de julio de 2022

ESPERAS INSEPULTAS


3ª. Mención del II Certamen Internacional de Poesía Libre 2009

"Cuando moriré, yo olvidaré pues a mi hijo (…) ¿Quién puede olvidar?, ¿quién?… si yo lo enterrara claro yo puedo olvidarme, aunque sea llevando florcita, aunque sea llevando velita, claro yo puedo olvidar, pero cuando no recojo nada, yo pienso: "parece que está preso acá en el cuartel, parece que está sin comer, parece que está sin cama, está en un rincón, cada noche está sufriendo". Así estoy, así pienso, así pienso."
(Testimonio de una madre de hijo desaparecido)


Nadie lo sabrá nunca.

¿Cuántas puertas golpeaste al borde del camino
cuando la noche, en mal presagios grávida,
iba transida de búsqueda y ausencia?
¿Y adónde te llevó el afuera?
Si no a volver vencida –derrotados los ojos-
sobre tus propios pasos.

No hay cuerpo que llorar.
Tampoco brota el llanto cuando escarbas la fe.

¿Quién tañe en el paso del que parte
el signo de la muerte?
Besos líquidos gotean de tus labios
como antes el calostro de tus pechos.
Salvaje la ternura que cala los párpados al viento.

Vuela un pájaro y tu recuerdo vuela:
tirados por doquier yacen los segundos de tu última visión
gimiendo sus endechas,
braceándole el tránsito a esta suerte.

Nadie lo sabrá nunca.

lunes, 18 de julio de 2022

PARA LA LIBERTAD ❣️


Para la libertad sangro, lucho, pervivo.

Para la libertad, mis ojos y mis manos,

como un árbol carnal, generoso y cautivo,

doy a los cirujanos.


Para la libertad, siento más corazones

que arenas en mi pecho dan espuma a mis venas;

y entro en los hospitales, y entro en los algodones,

como en las azucenas.


Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,

ella pondrá dos piedras de futura mirada,

y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan

en la carne talada.


Retoñaran aladas de savia sin otoño,

reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida;

porque soy como el árbol talado que retoño:

aún tengo la vida.

jueves, 14 de julio de 2022

Poesía de Enrique Lihn



PORQUE ESCRIBÍ


Ahora que quizás, en un año de calma,
piense: la poesía me sirvió para esto:
no pude ser feliz, ello me fue negado,
pero escribí.
Escribí: fui la víctima
de la mendicidad y el orgullo mezclados
y ajusticié también a unos pocos lectores;
tendía la mano en puertas que nunca, nunca he visto;
una muchacha cayó, en otro mundo, a mis pies.
Pero escribí: tuve esta rara certeza,
la ilusión de tener el mundo entre las manos
-¡qué ilusión más perfecta! como un cristo barroco
con toda su crueldad innecesaria-.
Escribí, mi escritura fue como la maleza
de flores ácimas pero flores en fin,
el pan de cada día de las tierras eriazas:
una caparazón de espinas y raíces.
De la vida tomé todas estas palabras
como un niño oropel, guijarros junto al río:
las cosas de una magia, perfectamente inútiles
pero que siempre vuelven a renovar su encanto.
La especie de locura con que vuela un anciano
detrás de las palomas imitándolas
me fue dada en lugar de servir para algo.
Me condené escribiendo a que todos dudaran
de mi existencia real
(días de mi escritura, solar del extranjero).