martes, 23 de agosto de 2016

Mujer-pájaro...




Flautista de Hamelin. Vete.
Nadie marca mi melodía.
Ni mis pasos. Ni mi sombra.
Me proyecto bajo mi vientre:
Tibia. Húmeda. Febril.
Transgredo ante tus ojos.
Impermisible. Aquiescente.
¿Ves? ¿El reflejo de mis alas?
¿Ves? ¿La orgía de mi carne?
Soy mujer-pájaro. Vuelo.


Dessiré
Del Poemario: Garras de sumisa.

viernes, 19 de agosto de 2016

Vitalidades carentes de provecho - Poema - Edel Morales



Para qué te sostiene.
Para qué se desgasta inútilmente
mi psiquis
—que alguien menos triste llamaría sin eufemismos
mi alma—
en vitalidades carentes de provecho.
Para qué me infarto.
Para qué retorno en paz a ese futuro
anulado antes de ser
los libros, los nietos, los caminos
con giros y palabras
que igual pronunciaría en el más árido desierto.

Por más estoicas que sean sus previsiones
nada significan en tu argot
los amables gestos —incomprendidos siempre—
que mi ánimo intenta proponer.
Carente de emoción está tu vida, seca.
Desolada y fría está tu especie, recelosa del bien.
Como el arroz marchito antes del sol de su cosecha.
Como los capiteles muertos tras el paso de los siglos.
Así es mi miedo a perder por inacción
—o por ausencia elemental de forma y de sentido—
lo que siempre supe definir: lo más amado.
Así es el nervio de mi entrega.

Pero pasan los días y las noches
y otra vez los días marcados de la fiesta
sin que mi voz te encuentre preparada.

Para qué te sostiene, me pregunto, para qué.
Si la ciudad se expande y canta y me seduce.
Para qué se desgasta inútilmente

mi alma lamentable.


Alberto EDEL MORALES Fuentes





Una mano en el traspié - Poema - Edel Morales


He pensado en la muerte;
de un modo más preciso, en
morir —un verbo minucioso,
apegado siempre
a lo real de la experiencia.

Cuando regresaba tarde a casa,
por las calles vacías,
he pensado mi muerte.
Fue ayer, digamos
ya casi un hoy sin sombras;
pero aún ahora
estrujo contra el rostro una mano crispada.

De nada valen los actos
durante tanto tiempo dedicados a servir.
De nada valió amar con toda el alma.

Sin una mano en el traspié, sin una mirada
o una sencilla palabra de ánimo:
destruido estoy y solo,
con mi verdad a cuestas.
Y nada pueden hacer las multitudes
a las que tantas veces puse en marcha.
Y nada puede la mujer que quise entera.

Vacía está la vida en la pobre ciudad vacía.

Con la mano crispada en el rostro he pensado en morir,
apenas ayer, hace un rato simplemente, digamos

ahora.


Alberto EDEL MORALES Fuentes


Mujer gozando su desnudez - Poema - Edel Morales


Ha dejado su temor junto al último café,
ahora goza mi presencia:
las piernas recogidas, el pelo cansado, distinta.
Los discos moviéndose en la madrugada
y la penumbra de estas costas vacías,
permiten un espacio para el deslumbramiento.
Está sentada sobre el piso y mira sin palabras
la esperma que deja en los mosaicos la vela de la fortuna.
Escucha una canción de ángeles,
goza en su cuerpo mi presencia.
La limpieza de su cutis y la lentitud del mar
me ofrecen en el espejo manchado

la otra cara de la luna.



Edel Morales
Leer alarga la vida, además de mejorarla.
Gracias por compartir - lo bueno.
Invita a tus amig@s - Les va a Gustar

miércoles, 17 de agosto de 2016

Invitación en Tea & Books...


 

Hoy comparto con ustedes la mini-entrevista que me hizo en su blog: "Tea & Books", nuestra querida amiga María Dolores García Pastor. Para quienes no la han leído, acá la dejo.

Hoy viene a tomar el té... Martha Jacqueline Iglesias Herrera.

Ante todo es un placer estar aquí compartiendo un té contigo. Gracias por la invitación.

1.- ¿Por qué te gusta leer?
Me gusta leer por una indiscutible nostalgia hacia lo invisible y, en cierta forma, por un vacío inaugural. Por medio de la lectura asisto al despliegue de máscaras que se levantan en el reverso de los sueños de cada creador y habito así los enigmas del tiempo y de la muerte. Leyendo acudo a las iluminaciones que hay en el entramado de la memoria de éste y otros mundos, remonto la caída y la evocación del origen del propio ser humano recorriendo laberintos de imágenes y resonancias. Cabe preguntarnos: ¿cómo establecer los límites entre autor, pensamiento y vida cuando la palabra es llevada precisamente hacia lo ilimitado? La lectura, como forma imperecedera y como presencia nos lleva a presenciar la fundación de un ser como palabra. Leer es una aventura hacia lo absoluto que nos da a ver la realidad sustancial del hombre, es un acto que también está hecho de silencios.

2.- ¿Recuerdas cuál fue el primer libro que leíste?
El primer libro que leí (no infantil) cuando cumplí doce años fue: La aguja Hueca, no recuerdo si el autor era Raymond Chandler.

3.- ¿Cuál es tu libro favorito?
Tengo varios libros favoritos, podría citar: Los pasos perdidos de Alejo Carpentier, El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez, El manifiesto negro de Frederick Forsyth, Mona de Dan T. Sehlberg, El misterio del Priorato de Sion de Jean Michel Thibaux, La casa de los espíritus de Isabel Allende.
Eso, sin contar los libros de los compañeros blogueros que he añadido como preferidos en lecturas más recientes: Barro y canela de Horacio De Stefano, La isla de Víctor Morata Cortado, El rastreador de Blanca Miosi, Hijos de Heracles de Teo Palacios, El susurro de los árboles de mi anfitriona en esta casa del té, Como un Dios de Marta Abelló. En fin, la lista es larga…

4.- ¿Y tu momento favorito para leer?
Mi momento favorito para leer es cuando anochece.

5.- Descríbenos tu rincón de lectura.
Tengo varios rinconcitos de lectura por toda la casa: en la sala, en la terraza. Pero el preferido es simple: encima de mi cama con la laptop.

6.- ¿Nos recomiendas un libro infantil?
El principito.