miércoles, 15 de junio de 2016

Nada se repite exactamente igual...





Nada se repite exactamente igual…
y esta noche que nos llega de lejos
nítidamente iluminada por un cuarto de luna
podría semejarse en su esencia, a otras noches.

Tal vez sea este aire cálido avanzadas las horas
que huele a arena húmeda
a palmeras,
a sal,
a trópico.
O quizás sea el noctambulismo de los astros
en su andar por su existir celeste.

Podría ser acaso la feliz coincidencia
de repetirnos en su entorno:
abrazados… tendidos nuestros cuerpos a la orilla del mar
sobre unas hojas de palma recién cortadas por el filo del viento,
al lado de esta hoguera que hace juego a la luna
y con fragmentos de algas vistiendo todo mi cuerpo… perdido,
a la deriva de la forma hexagonal de este deseo
que acaricia,
estruja,
ansía,
aprieta,
palpa,
muerde… cada trozo de noche tan enorme en sí misma,
que en su esencia, podría semejarse a otras noches,
más tiene algo distinto…
quizás sea esta lluvia, la repentina lluvia,
que al arrastrar las algas dejó mi piel desnuda.

Nada se repite exactamente igual.


Martha Jacqueline

viernes, 10 de junio de 2016

Alas...




Hacen falta alas
entre cábala y arbitrio.
Mujer-Ángel. Inquieto barro.
Fenoménico hechicero.
Aquiescente luz que escapa
del ojo primordial... del sueño.

Dessiré

Visión...




Era un pájaro en su vuelo atravesando la luna…
era una estrella, quizás, que devolvieron mis ojos
desde un instante futuro que me traje del recuerdo.

Era un sueño abriendo un surco o el mismo surco de un sueño,
eran las manos de un Dios en alas del universo.

Era el silencio de un grito del más dulce de los cielos,
era la boca del mundo, en aire y brillos, diciéndose.
Luz y niebla, miel y lágrimas, era la altura intentándose,
hachada cruda del viento.

Quizás solo una visión que se hizo sitio en mi pecho…
y de real tenga yo, lo que tiene él por cierto.

Martha Jacqueline