Con Siervos de la Guadaña asistimos a una nueva etapa como escritor de Víctor Morata. En la obra se aprecia su madurez literaria y su crecimiento como autor.
Me ha parecido una magnífica novela que hace gala de una trama bien estructurada, con personajes fascinantes y bien construidos. El ritmo es ágil, te lleva de una página a otra sin apenas respiro, pero sin descuidar los detalles que son precisos. Asistimos a un discurso narrativo sin fisuras, donde no hay rellenos que sobren, sino donde todas las escenas aportan algo imprescindible a la historia.
Todo comienza con un asesinato algo peculiar, donde lo que caracteriza al asesino es una gabardina que podría ser de cuero liviano o polipiel. La víctima, de rodillas frente a él, parece perder la voluntad cuando el asesino le muestra el interior de su misterioso atuendo. Lo que es evidente desde un principio es que algo misterioso y fascinante observa este condenado a muerte, cuando acepta morir sin oponer resistencia, incluso, como si deseara ese destino y no otro. Así van sucediendo una serie de asesinatos en Corralas de San Juan cuyo modus operandi es muy similar de un crimen a otro. Entonces es cuando comienza una carrera contra reloj donde el inspector Eladio Jones deberá llegar a la resolución del caso, siempre ayudado por Tolino Gómez quien se encarga de la informática y las nuevas tecnologías en la oficina. He de decir, que es fácil sentir empatía por el inspector Eladio Jones, un hombre sometido a la incomprensión de sus compañeros de trabajo y de su propia familia por un error cometido años atrás que no deja de atormentarlo cada día de su vida. A través de regresiones al pasado, que se integran de modo perfecto en la historia sin que perdamos el hilo argumental, asistimos al retrato de una sociedad que se niega a acogerlo en su seno, donde muchos de sus protagonistas están quebrados íntimamente perdiendo de esta forma la esperanza y los sueños.
El desenlace es fenomenal. En cuanto a esto quiero apuntar que la cara de la violencia de los Siervos de la Guadaña, no es primitiva, más bien es revolucionaria, pues no es una violencia impregnada de odio, sino de devoción.
Ya para concluir, diré que Siervos de la Guadaña me ha dejado un buen sabor de boca. La he disfrutado con la forma casi fotográfica que ha tenido el autor de mostrarnos escenarios y personajes con un desarrollo descriptivo impecable. Sin lugar a dudas, la recomiendo a todos los amantes de la buena literatura.
Martha Jacqueline Iglesias Herrera
Sobre el autor: Víctor Morata es autor de más de 350 relatos cortos, 40 microrrelatos y 13 novelas. Ha sido ganador del VII Yoescribo de relato y finalista de otros concursos como el de Aullidos.
Ha publicado relatos en antologías de Tombooktú, DH, El País Literario y Holocubierta y también en fanzines literarios como el de Horror Hispano o La Gárgola.
Ha publicado en revistas como la argentina Insomnia o la madrileña Voces.
Ha participado en proyectos colaborativos como la novela de La historia de Almos.
También ha colaborado con reseñas literarias en páginas como Propera Parada: Cultura y La jungla de las Letras.
Siervos de la Guadaña es su primera novela publicada.
1 comentario:
Muchísimas gracias, Jacky, por tu reseña. Ya sabes lo importante que son tus palabras para mí. Un fuerte abrazo.
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