Piensa
que lo olvido.
Que
sepulté su sombra debajo de mi sombra
para
no recordarlo.
Que
trillé otros caminos para perder su rumbo
donde
alguna vez depuse –uno a uno- mis pasos.
Que
poco importa ya aquel sitial de esperas
donde
anudábamos memorias cosidas al silencio,
y
trechos de vigilias y lumbres desgarradas.
Que
arañé la nostalgia hasta volverla pérdida
-aterida,
amordazada- debajo de mis uñas,
al
filo de mi carne.
Él
piensa que lo olvido.
Que
no tiemblo ni huyo de su luz
que
se descubre trueno antes de ser relámpago.
Que
no escarbo el regreso ni me hinco en el polvo
para
aprehender el pulso lejano de su tierra.
Que
no sigo su huella. Él piensa que lo olvido.
Porque
me cree estirpe del adiós y nunca de la espera.
Martha Jacqueline
Del Poemario: "Si no fuera de ti".
Pintura de Escha Van Den Bogerd