sábado, 1 de abril de 2023

La poesía de Attila József: "ODA".


Te amo como a su callada madre el niño,
como las grutas a sus profundidades,
como las salas a la luz,
como el espíritu a la llama y al descanso el cuerpo.

Guardo tus sonrisas, tus vaivenes, tus palabras
como la tierra guarda los objetos que en su seno caen.
En mis instintos he grabado,
como los ácidos en el metal,
tu dulce imagen:
colma allí tu criatura todas las cosas esenciales.

Los instantes ruidosamente pasan,
pero tú quedas, muda, en mis oídos.
Las estrellas se encienden y descienden,
pero tú te detienes en mis ojos.
Como el silencio en una gruta
tu sabor flota cálido en mi boca,
y tus manos, alzando un vaso de agua,
sobre ellas su fina red de venas,
recomponen el alba por momentos. 

martes, 28 de marzo de 2023

Zinaida Serebriakova: La primera pintora rusa de distinción...

Zinaida Evgenievna Lanceray nació en 1884 en Neskuchnoye, cerca de Jarkov (entonces Rusia, hoy Ucrania) en la aristocrática familia de los Lanceray-Benois, que contaba ya con varios artistas.
Su privilegiada posición en la Rusia zarista permitió a Zinaida estudiar en Italia y Francia. En 1905, se casó con su primo Boris Serebriakov, adquiriendo el apellido Serebriakova.
Pertenecía a la artística familia de Benois. Su abuelo, Nicholas Benois, fue un famoso arquitecto, presidente de la Sociedad de Arquitectos y miembro de la Academia Rusa de Ciencias. Su tío, Alexandre Benois, fue un famoso pintor, fundador del grupo de arte Mir Iskusstva. Su padre, Yevgeny Nikolavevich Lancerav, fue un conocido escultor y su madre, que era la hermana de Alexandre Benois, tenía predilección para el dibujo.

lunes, 27 de marzo de 2023

UN AMOR INDECISO


Un amor indeciso se ha acercado a mi puerta...
Y no pasa; y se queda frente a la puerta abierta.

Yo le digo al amor: - ¿Qué te trae a mi casa?
Y el amor no responde, no saluda, no pasa...

Es un amor pequeño que perdió su camino:
Venía ya la noche... Y con la noche vino.

¡Qué amor tan pequeñito para andar con la sombra!...
¿Qué palabra no dice, qué nombre no me nombra?... 

¿Qué deja ir o separa? ¿Que paisaje apretado
se le quedó en el fondo de los ojos cerrados?...

Este amor nada dice... Este amor nada sabe:
Es del color del viento, de la huella de un ave.

sábado, 25 de marzo de 2023

Hilma af Klint: Un descubrimiento tardío de la pionera del arte abstracto.




Af Klint nació en 1862 en la localidad de Solna (Suecia). Hija de un almirante, tuvo la fortuna de poder estudiar en la Real Academia Sueca de las Artes, en Estocolmo, uno de los pocos centros que admitían a mujeres de toda Europa. Allí aprendió a pintar según la estética academicista por entonces imperante, con una especial atención hacia los paisajes naturalistas. 


Sin embargo, desde muy pronto af Klint se vio invadida por una sensibilidad especial que le sobrevino tras la terrible experiencia de acompañar en la agonía a su hermana de diez años, algo que la hizo interesarse, e incluso obsesionarse, por la espiritualidad y el mundo del más allá.


La pintora sueca creó su obra como una forma de plasmar las experiencias supraterrenales que afirmaba sentir.

LA DÉCIMA CLAVE


Como dice Daniel —sonrió—, no existen las casualidades. Yo también tengo varios textos que he ido extrayendo de obras clásicas. Mis estudios sobre ello son predicciones que a más de uno le pondrían los pelos de punta. El ser humano no es Dios y nunca llegará a serlo, pero puede sentarse a su derecha si sigue los pasos correctos para llegar hasta Él. Dios es el padre de la criptografía. Y la criptografía es más que una técnica para descifrar mensajes ocultos o para ocultarlos, es toda una disciplina con la que puedes llegar a lugares y sitios insospechados, aparentemente invisibles al ojo humano. Todos los códigos tienen varias dimensiones, y todos son utilizados para enviar mensajes, tanto orales, acústicos o visuales como táctiles o sensitivos. Sólo hay que intentar descifrarlos, seguir su rastro. Ir descartando uno tras otro hasta llegar al correcto.

jueves, 23 de marzo de 2023

Pájaros Negros sobre la Catedral por Philipp Vandenberg




Descubrir a Philipp Vandenberg, que está considerado el Dan Brown alemán, ha sido todo un acierto.

Su novela: “Pájaros Negros sobre la Catedral” me ha brindado unas horas de lectura muy placenteras. He de decir, que la misma se enmarca en un contexto histórico. No obstante, Afra, su heroína, es pura ficción, al igual que el pergamino olvidado (sobre el cual gira la trama de la obra) que supuestamente redactó el escritor arrepentido del Constitutum Constantini al final de su vida.

Cabe destacar, que la Donación de Constantino (Constitutum Constantini) fue un decreto imperial atribuido a Constantino I, mediante el cual no sólo se reconocía como soberano al Papa Silvestre I, sino que también se le donaba la ciudad de Roma, las provincias de Italia y todo el resto del Imperio romano de Occidente. Se plantea que ya en la Edad Media la autenticidad del documento se ponía en duda, y que fue en el año 1440 cuando el humanista Lorenzo Valla pudo demostrar que se trataba de una falsificación, pues el análisis lingüístico del texto incorporaba giros idiomáticos y palabras que no existían en el latín de los años finales del Imperio romano, por tanto, este no podía estar fechado alrededor del año 300.