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Anda, levántate y camina conmigo.
La mañana comienza
y aunque del Norte el soplo se hace frío
ningún tiempo es adverso si vamos de las manos,
si caminas conmigo.
Vamos a permitirle el deleite a los ojos
de embeberse en el éxtasis del color y la forma
de tu cuerpo y el mío,
este día de arcilla que emerge de la tierra
podemos modelarlo con el sudor de las manos,
con estas nuestras manos…
que sensibles al tacto trabajan y acarician.
Sigamos las baldosas que amparan el camino
y saciemos el hambre de distancias,
de espacios no explorados,
de esta geografía dispuesta a ser hojeada
más allá de sus páginas.
Aprendamos y únete dispuesto a mi cintura
a esta cintura ardiente con misterio de selva,
de selva enajenada…
profunda en su silencio pero que nunca calla.
Así que anda, levántate y camina conmigo,
que puedo asegurarte que aunque el viento esté frío,
el calor de tu cuerpo sumergido en mi altura
superará con creces, al día… en estatura.