viernes, 1 de abril de 2022

Bécquer: “Poesía… eres tú”.



IV

No digáis que, agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira.
Podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas;
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista;

mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías;
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!

Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista;

mientras la humanidad, siempre avanzando,
no sepa a dó camina;
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!

Mientras sintamos que se alegra el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;

mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan;
mientras haya esperanza y recuerdos,
¡habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran;
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira;

mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas;
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía!



XXI

¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía… eres tú.


Sobre el autor: Gustavo Adolfo Bécquer nace en Sevilla (1836) y muere en Madrid (1870). Huérfano a temprana edad, tuvo una vida llena de sinsabores y estrecheces. Sus biógrafos lo retratan tímido, retraído, soñador y refugiado en un mundo interno ante la hostilidad exterior. De ahí nace la voz más pura, cristalina e íntima de toda la lírica castellana, precisamente cuando el romanticismo se daba por terminado aparece el puro romántico. En 1861 se casa con Casta Esteban Navarro.