sábado, 4 de septiembre de 2021

Tan sólo por oírte...

Hombre… que nunca llegas tarde, eres luz suave, invasora quietud. Tus ojos están hechos de cuántas bendiciones necesarias; por ti refundo mi sonrisa, me haces mejor mujer creciéndome desde el fondo de mi misma. 

Tan solo por oírte lo acallaría todo, aunque fuese un instante, para que tu palabra sea la voz donde despierte y se levante el mundo, purificado allí en tu aire, esa sonrisa que das, donde se asoma un universo que tallece, florece, madura… salva.

 

martes, 24 de agosto de 2021

BIENVENIDA...

Bienvenida…

la espera se hizo larga en este cruce de sueño sin fronteras,
mi supervivencia era apenas migajas de tu mirada…
muerte sencilla, instinto básico,
del pájaro que se hizo ausencia sin viento para sus alas.

Bienvenida…
todo se queda en tus manos,
mi herencia de luz y sombra que testifican los años,
la desnudez de una lágrima que apenas supo el pudor
de andar besàndote el rastro,
el desdecir de un hermano que derroté en el silencio
sin que supiera mi guerra desde un rincón del destierro,
sin que supiera la alianza y pacto de mis muertos,
sin que supiera mis mañas para lograr tu regreso.

Bienvenida…
sé bienvenida, mi amor.

lunes, 16 de agosto de 2021

Maribel Romero Soler: "El vacío que dejas".


La excelente escritora española Maribel Romero Soler gana el segundo premio del certamen Esperanza Spínola con un bellísimo poema dedicado a su madre: "El vacío que dejas".


EL VACÍO QUE DEJAS


El vacío que dejas

no lo llena la lluvia

ni todas las primaveras que faltan por venir.

 

Es un brazo partido,

un ojo que mira pero no ve,

un corazón al que cada día le duelen los latidos.

 

Se quedaron tantos te quieros

sin alcanzar la libertad.

Tímidos.

Atrapados en una enredadera que crece

entre el estómago y la garganta,

muy cerca del órgano que me da vida,

la vida que me diste.

 

Ahora es inútil.

Los muertos no oyen,

no necesitan escuchar llantos

o arrepentimientos.

No tienen memoria ni rencor

ni tiempo para detenerse en pequeñeces.

 

El vacío que dejas, madre,

es un pozo profundo

lleno de nada

en el que me ahogo cada vez que descubro que ya no estás.

sábado, 14 de agosto de 2021

EL FANTASMA DE LA ÓPERA



Qué importa que el mundo se haga fruto del misterio
para los que pretendan entenderlo...
si estás hecha de mí hasta el milésimo gramo de tu sombra
y llevas mi nombre como suma de fuego sobre el tiempo.

Qué importa que en tus ojos esté escrita la señal
o que nadie me vea, sutil, entre las líneas de tus manos.
Qué importa esto, aquello o todo lo demás…
si estoy aquí por ti,
si estoy aquí para alumbrarte.

miércoles, 11 de agosto de 2021

Amemos solamente aquello por lo cual podemos también morir…



Se va por la tierra andando como extraño y como loco, buscando seno donde reclinar la cabeza, labios donde poner los labios, hogar en que dar calor al corazón. Y se halla, y todo es bello de repente: abandónase el espíritu a los placeres de la confianza: germen caliente reanima el perezoso jugo de las venas. No es amor la solicitud de los presuntuosos, ni las vanidades de la mujer, ni los apetitos de la voluntad.

Amor es que dos espíritus se acaricien, se entrelacen, se ayuden a levantarse de la tierra en un solo y único ser. Nace en dos con el regocijo de mirarse, alienta con la necesidad de verse; crece con la imposibilidad de desunirse: no es torrente, es arroyo; no es hoguera, es llama; no es ímpetu, es ternura, beso y paz.
José Martí

viernes, 6 de agosto de 2021

Fábricas del amor...



Y construí tu rostro
con adivinaciones del amor, construía tu rostro
en los lejanos patios de la infancia.

Albañil con vergüenza,
yo me oculté del mundo para tallar tu imagen,
para darte la voz,
para poner dulzura en tu saliva.

Cuántas veces temblé
apenas si cubierto por la luz del verano
mientras te describía por mi sangre.

Pura mía,
estás hecha de cuántas estaciones
y tu gracia desciende como cuántos crepúsculos.
Cuántas de mis jornadas inventaron tus manos.
Qué infinito de besos contra la soledad
hunde tus pasos en el polvo.

Yo te oficié, te recité por los caminos,
escribí todos tus nombres al fondo de mi sombra,
te hice un sitio en mi lecho,
te amé, estela invisible, noche a noche.

Así fue que cantaron los silencios.
Años y años trabajé para hacerte
antes de oír un solo sonido de tu alma.