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miércoles, 9 de noviembre de 2022

Sueño crucifixión



 
Antes de nosotros, otros fueron. Crecimos el abrazo hacia dentro, hasta contener el asombro de mirarnos. Una línea imaginaria, quizá, un horizonte, blandía sobre nuestras cabezas la danza de otras formas. Solo el misterio del reflejo conectaba el más allá con nuestra sombra terrenal. Luego la nada. Gasté las vías de aquel lejano sueño, soñándolo.

Martha Jacqueline Iglesias Herrera

viernes, 11 de febrero de 2022

MÁSCARAS




Nunca entendí el extraño rostro de su máscara, quizá… por un momento, tampoco él comprendiera la libertad negadora de la mía.
Pero unas luces nuevas bañaban el asfalto, apenas… lo suficiente, para contrarrestar las duras sombras entretejidas en aquella ínsula del mar Caribe.
Ambos estábamos sentados en tronos diferentes, gradas enfrentadas en aceras opuestas y distantes.
Allí, entre nosotros, un mar hecho delirio, curtido por una sangre bárbara… antaño, dos líneas diferentes, como dos ríos bravos que sellaran sus cauces en un solo destino.
De lejos… nos mirábamos. Si había una luna colgada allá en lo alto, no lo recuerdo. Esa noche los astros tuvieron otras formas, brillaban en la tierra forjándose la senda desde aquel sueño utópico que, al fin, era uno mismo. Entre el bullicio cruel de los que nunca hablaban otras voces surgieron… apenas, un eco momentáneo, pero igualmente firme.
Mientras tanto, él y yo, seguíamos mirándonos, descubriéndonos, recortando los tramos de su acera y la mía.

sábado, 4 de septiembre de 2021

Tan sólo por oírte...

Hombre… que nunca llegas tarde, eres luz suave, invasora quietud. Tus ojos están hechos de cuántas bendiciones necesarias; por ti refundo mi sonrisa, me haces mejor mujer creciéndome desde el fondo de mi misma. 

Tan solo por oírte lo acallaría todo, aunque fuese un instante, para que tu palabra sea la voz donde despierte y se levante el mundo, purificado allí en tu aire, esa sonrisa que das, donde se asoma un universo que tallece, florece, madura… salva.

 

viernes, 19 de marzo de 2021

VIERNES...

 


No me abandones hoy.

Mira que es viernes aquí en el calendario, ese que cuelga al inverso como la letra del ahorcado, el que no miro siquiera, aunque reclame, aunque me olvide el tiempo de….

No sabernos –jamás- será la clave para intentar buscarnos o accidentarnos en el camino de la mujer apresurada que no se ve y choca contra sí.

Es viernes… repito, y disparo la voz como estallido de bengala para lanzar un cable al cielo que nos salve… para poder asirnos a la creencia de una luz (y no hacer agua) para no irnos a pique antes de… ¿aguantaré mi peso al fin?

Marítima innombrable, tan náufraga de ti.

Es viernes, me hago saber. Es Viernes mi nombre en esta isla. Escribo… y apenas me llevo hoy, no me renuncies.

Solo Levántate. Levántate conmigo y amanece, Amor.

jueves, 18 de marzo de 2021

VIDA...

 

En mi agujero todo tengo. Desde la losa ajedrezada que alberga la multitud de huellas, hasta el claro del bosque más recóndito, donde los musgos se apoderan de la piedra como mi necesidad se ciñe de las cosas.

Pero el amor es pájaro con ansiedad de trecho largo, cobijo de horizonte. Se posa tibio en la enramada transparencia. Allí nace, crece y vive abriendo surco a la intemperie. Para morir de vuelos… sepultado entre dos briznas de aire.

jueves, 9 de marzo de 2017

La escalada...



Alguna vez sobrepasé el nivel cero del mar… y ascendí por laderas escarpadas devorando caminos, mientras sobrevivía a aludes estratégicos… fui partícipe de la explosión floral de mayo, de la desnudez de las ramas y del blanquear de la tierra.

Alguna vez toqué la humedad de la atmósfera sintiendo bajo los pies el peso de la altura, en tanto acertaba el rayo de sol aún ajeno al mundo y bañaba mi cuerpo con la primera lluvia.

Alguna vez oí el crepitar de un rayo sobre las formadas aristas de mis sueños, desvaneciendo, de un golpe, lo geométrico, que había formulado en la escalada.

Ahora, entre el bullicio de la gente, camino entre el smog que me acompaña… y van llorando mis ojos sin consuelo… ya no por la ciudad, sino... porque no pueden ver el cielo.



Martha Jacqueline
Del Poemario: "De Estirpes y Credos"

martes, 20 de septiembre de 2016

Anatomía de una ilusión...




Aún ahora, que el mundo se estrella en el destiempo… que el pasado me devuelve "ayeres" batallados en propia oscuridad, excelsos de la luz que nunca vi, esgrafiados en tintes de odios secos... cierta marea calma me trae al vuelo la memoria (desde la última frase hueca de la historia) de esto que evita la sinrazón que conduce a la muerte.

Algunos le llaman: Ilusión.

Martha Jacqueline