martes, 28 de junio de 2022
La pintura abstracta contemporánea de Carrie Moyer, Estados Unidos.
miércoles, 22 de junio de 2022
Carta del soldado (poema)…
jueves, 16 de junio de 2022
LA POESÍA DE ÁNGELA FIGUERA AYMERICH: "GUERRA"⭐
Lo supe siempre. Al percibir la vida
doblárseme en el seno, al golpearme
un pulso repetido por las venas,
lo supe: concebía hacia la muerte.
El Otro, aquel que hallé en el Paraíso,
aquel a quien fui dada el primer día,
dormía en paz ceñido a mi costado.
Ajeno a mi pasión no interpretaba
mi vientre henchido ni mi paso lento
ni preguntó jamás por qué mis ojos
incrementaban su terror oscuro
bajo la luz de sucesivos soles.
Dos veces fui llenada de misterio:
Caín crujía en mí. Me trituraba.
Con su sabor agriaba mi saliva.
Abel me fue muy dulce. Como el zumo
de los maduros higos en verano,
se diluía en mí, sabía suave.
Jamás dobló su peso mis rodillas.
jueves, 19 de mayo de 2022
TE DESNUDAS IGUAL
Te desnudas igual que si estuvieras sola
y de pronto descubres que estás conmigo.
¡Cómo te quiero entonces
entre las sábanas y el frío!
Te pones a flirtearme como a un desconocido
y yo te hago la corte ceremonioso y tibio.
Pienso que soy tu esposo y que me engañas conmigo.
¡Y como nos queremos entonces en la risa
de hallarnos solos en el amor prohibido!
(Después, cuando pasó, te tengo miedo
y siento un escalofrío)
JAIME SABINES (MÉXICO-1926)
Siervos de la Guadaña por Víctor Morata
Con Siervos de la Guadaña asistimos a una nueva etapa como escritor de Víctor Morata. En la obra se aprecia su madurez literaria y su crecimiento como autor.
miércoles, 18 de mayo de 2022
LA RENUNCIA
He renunciado a ti. No era posible
fueron vapores de la fantasía;
son ficciones que a veces dan a lo inaccesible
una proximidad de lejanía.
Yo me quedé mirando cómo el río se iba
poniendo encinta de la estrella…
hundí mis manos locas hacia ella
y supe que la estrella estaba arriba…
He renunciado a ti, serenamente,
como renuncia a Dios el delincuente;
he renunciado a ti como el mendigo
que no se deja ver del viejo amigo.
Como el que ve partir grandes navíos
con rumbo hacia imposibles y ansiados continentes;
como el perro que apaga sus amorosos bríos
cuando hay un perro grande que le enseña los dientes.
Como el marino que renuncia al puerto
y el buque errante que renuncia al faro
y como el ciego junto al libro abierto
y el niño pobre ante el juguete caro.