Descubrir a Philipp Vandenberg, que está considerado el
Dan Brown alemán, ha sido todo un acierto.
Su novela: “Pájaros
Negros sobre la Catedral” me ha brindado unas horas de lectura muy
placenteras. He de decir, que la misma se enmarca en un contexto histórico. No
obstante, Afra, su heroína, es pura ficción, al igual que el pergamino olvidado
(sobre el cual gira la trama de la obra) que supuestamente redactó el escritor
arrepentido del Constitutum Constantini al final de su vida.
Cabe destacar, que la Donación de Constantino (Constitutum
Constantini) fue un decreto
imperial atribuido a Constantino I, mediante el cual no sólo se reconocía como
soberano al Papa Silvestre I, sino que también se le donaba la ciudad de Roma,
las provincias de Italia y todo el resto del Imperio romano de Occidente. Se
plantea que ya en la Edad Media la autenticidad del documento se ponía en duda,
y que fue en el año 1440 cuando el humanista Lorenzo Valla pudo demostrar que
se trataba de una falsificación, pues el análisis lingüístico del texto incorporaba
giros idiomáticos y palabras que no existían en el latín de los años finales
del Imperio romano, por tanto, este no podía estar fechado alrededor del año
300.