(UNA FORMA YAQUI
DE CONOCIMIENTO)
Primera edición en inglés, 1968
Primera edición en español, 1974
Título original: The Teachings of Don Juan (A Yaqui Way of Knowledge)
1968 The Regents of the
University of California, U.S.A.
D.R. 1974 Fondo de Cultura Popular 126. 302 pág.
Traducción de Juan Tovar.
Por Guillermo Marín
Durante este tiempo el autor es sometido a un
proceso de "sensibilización" a través de la ingestión de plantas de
poder y nos relata estos estados, que por demás resultan fascinantes, pero que
tienen poco valor en términos de aportación de conocimiento. En su segunda obra
Castaneda relata que le muestra orgulloso a Don Juan su primer libro, a lo que
Don Juan no le da mayor importancia. Deducimos que Don Juan sabía que el
verdadero conocimiento estaba depositado en el lado izquierdo de Castaneda y
que éste sólo lo recordaría si llegaba a ser un guerrero impecable.
Esta obra tiene poca
profundidad ya que, como el propio Castaneda reconoce en Una realidad aparte, al reexaminar las notas de campo que no había
empleado en la realización de Las
enseñanzas de don Juan, se dio cuenta de que había descartado una gran
cantidad de datos valiosos debido a su énfasis en los "estados de realidad
no ordinaria".' Don Juan buscaba, con las plantas de poder,
"sacudir" a Castaneda para destapar sus niveles de percepción. Don
Juan dice a Castaneda él mismo ya no necesitaba fumar debido a que el
"Humito" era su aliado y podía llamarlo donde fuera y cuando fuera.
En su cuarto libro, Relatos de poder,
el autor menciona que después de hacer una revisión detallada de lo aprendido,
empezaba a cuestionar la función de las plantas de poder dentro de su
aprendizaje. A la pregunta de Castaneda respecto a que si es necesaria la
ingestión de plantas de poder para llegar al conocimiento, Don Juan le contesta
que en su caso había sido necesario porque carecía de sensibilidad, pero que
otras personas no lo requerían, y puso el ejemplo de "Eligio", otro
de sus aprendices, quien sólo había tenido un solo encuentro con
"Mescalito" en todo su aprendizaje y, al parecer, había avanzado más
que Castaneda en el camino hacia el conocimiento.
Este primer libro llamó mucho la atención Estados
Unidos porque en aquel tiempo muchos jóvenes norteamericanos habían tomado el
camino de las drogas. Alentados por los relatos de Castaneda, muchos pensaron
que la droga era la única vía al conocimiento de otra fantástica realidad
dentro de nuestro mundo; pero el mismo Don Juan señala que el costo de ingerir
estas drogas es muy alto para el cuerpo; que se puede transitar el camino del
conocimiento evitando pagar tan alto y peligroso costo.
En los inicios de su
aprendizaje, relatados en Las enseñanzas
de don Juan, el joven Castaneda estrellaba su racionalismo, su cultura
occidental y su antropología contra lo que para él era el incomprensible y
aterrador conocimiento de un indio anciano y enigmático.
El "poder" había
seleccionado a Castaneda y Don Juan le preparó una artimaña para
"engancharlo" como aprendiz. Esta tarea requiere del brujo un
esfuerzo de imaginación e impecabilidad. Según la tradición, debe atraerse al
aprendiz ya sea por medios drásticos o despertando su curiosidad o interés. En
su caso, Castaneda tenía que hacer una investigación antropológica y Don Juan
aparecía ante sus ojos como un excelente informante. Así, en visitas aisladas o
durante los veranos, en el transcurso de poco más de cuatro años, el
investigador convertido en aprendiz fue conducido de manera impecable, pese a
su resistencia racional, en apariencia inquebrantable, hacia los intrincados
caminos de la otra realidad.
La riqueza literaria de esta
obra, que logró despertar la fantasía y el interés de muchos, contrasta con la
poca cantidad de conocimiento profundo que Castaneda pudo plasmar en el libro.
No por ello desdeñamos su valor intrínseco ni el esfuerzo descomunal de
Castaneda para tratar de entender la nueva realidad que se presentaba ante su
sacudida razón.
Durante este tiempo Don Juan
le habló y le mostró muchas cosas y Castaneda empezó su camino al conocimiento;
pero, como ya dijimos, el aprendiz recibe la instrucción en dos áreas, la del
tonal (derecha) y la del nagual (izquierda). Por la poca energía que poseía
Castaneda en aquella época, las enseñanzas del lado izquierdo simplemente se
almacenaron y, para comprender las enseñanzas para el lado derecho, Castaneda
aún no disponía de la suficiente flexibilidad.
De esta obra diremos que
Castaneda recoge la inquietud de Don Juan por tratar de que el autor se haga
responsable del camino que comienza a andar y que lo puede llevar a convertirse
en hombre de conocimiento. A la pregunta de Castaneda respecto qué deberá hacer
para Regar a ser hombre de conocimiento, Don Juan le responde que deberá
desafiar y derrotar a "sus cuatro enemigos naturales". Dice Don Juan
que el conocimiento nunca es aquello que uno espera. En cada paso el aprendiz
se encuentra en un atolladero, y su miedo crece sin misericordia... Así
tropieza con su primer enemigo natural: ¡el miedo! ..., al cual debe desafiar
para dar el siguiente paso, y el siguiente, y todos los posteriores. Estará
lleno de miedo y, sin embargo, no deberá detenerse. Llegará entonces el momento
en que se retire su primer enemigo. El hombre principia a sentir seguridad en
sí mismo. Su propósito se hace más fuerte y la tarea de aprender deja de ser
aterradora. En ese momento el hombre ha derrotado a su primer enemigo
natural... ha adquirido la claridad de mente que elimina al miedo... ese es su
segundo enemigo natural: ¡la claridad! La claridad de mente puede cegarlo
porque lo fuerza a no dudar de él mismo. Esa seguridad lo impulsa a hacer
cuanto se le antoje, porque todo lo ve con claridad. Pero la claridad. es una
ilusión de "poder" a la que puede rendirse; si lo hace, habrá
sucumbido a su segundo enemigo natural y ya no podrá aprender, debido a su
torpeza... Para evitarlo deberá desafiar a su claridad y esperar pacientemente
y ser cauteloso antes de seguir adelante; debe pensar que su claridad puede ser
un error. Vendrá entonces el momento en que podrá comprender que su claridad
sólo es "un punto delante de su nariz". Así habrá derrotado a su
segundo enemigo. Habrá llegado a un punto en donde nada podrá dañarlo... El
anhelado poder será suyo por fin. Podrá hacer lo que se le antoje con su poder.
Podrá dominar a su aliado y su deseo será la regla... Habrá entonces tropezado
con su tercer enemigo natural: ¡el poder!... En esta etapa el hombre apenas
puede advertir que su tercer enemigo lo acecha. De pronto, sin saberlo, habrá
sucumbido en su batalla. El poder lo hará un hombre cruel y caprichoso... Un
hombre en tales circunstancias llega a la muerte sin realmente manejar su
poder... El hombre tiene que desafiar intencional- mente a su poder. Debe darse
cuenta de que el poder conquistado no es suyo en verdad... si logra entender
que sin control de él mismo la claridad y el poder son terribles enemigos,
llegará al punto en que dominará todo. Sabrá entonces el momento y la forma en
que deberá usar su poder. Habrá derrotado así a su tercer enemigo natural. Para entonces el hombre estará al final de su
camino al conocimiento y, casi sin advertirlo, enfrentará a su último enemigo
natural: ¡la vejez!... Habrá perdido el miedo, su claridad ya no será
impaciente, todo su poder estará controlado, pero siente un deseo constante de
descansar. Si se entrega a su deseo de descansar y olvidar, arrullado por la
fatiga, su enemigo lo volverá una vieja y débil criatura. Su claridad, su poder
y su conocimiento estarán vencidos.
Si el hombre logra sacudiese
la fatiga y cumple su destino hasta que llega el final, podrá considerarse
hombre de conocimiento, aun cuando sólo sea por unos breves momentos en los que
logra despojarse de su último enemigo, al cual nunca podrá vencer.
Don Juan menciona a Castaneda
que en la vida hay muchos caminos que recorrer, pero que un hombre, antes de
embarcarse en un camino, debe estar libre de miedo y ambición; entonces, deberá
preguntarse si el camino tiene o no tiene corazón. Una vez hecha la pregunta,
el hombre conocerá la respuesta. Un camino sin corazón nunca se disfruta; por
el contrario, se vuelve contra uno y nos destruye. Un camino con corazón, en
cambio, no nos hace batallar para hallarle el gusto. El camino sin corazón, en
todo su recorrido, nos da dolor y angustia. En cambio el camino con corazón nos
da armonía y bienestar.
Cuando Castaneda tiene su
primer encuentro dentro del mundo de la brujería, preso del más terrible miedo
decide abandonar el aprendizaje. Tenía que ordenar sus ideas. Su concepción
occidental del Mundo carecía ya de certeza absoluta. Pensó que en su camino
para volverse hombre de conocimiento había sucumbido a su primer enemigo
natural.
Con gran maestría Don Juan convence a Castaneda de
que está enfrascado en una batalla con una bruja llamada Catalina, quien
supuestamente se ha empeñado en matarlo. Castaneda está dispuesto a prestar ayuda
a Don Juan, quien le pide enfrentar a Catalina. Los detalles de este
enfrentamiento son descritos por Castaneda en Una realidad aparte. Sólo diremos
que la impresión de ese enfrentamiento y la "evidencia" de que la
bruja Catalina se había vuelto contra él, fueron decisiva para que, como el
propio Castaneda reconoce en Una realidad aparte, abandonara el aprendizaje
invadido por el más irracional pánico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario