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martes, 2 de agosto de 2016

TEO PALACIOS: “El mundo literario es complicado y lento, y uno necesita muchos años hasta dominar su propia voz, encontrar el estilo de lo que quiere escribir y desarrollar historias que verdaderamente merezcan la pena”.


Por Martha Jacqueline Iglesias Herrera...

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Damos la bienvenida en Letraweb al excelente escritor español: Teo Palacios. Sobre este autor, que todos conocemos desde los inicios de su blog: Fantástica Literatura, podemos decir que nació en la ciudad de Dos Hermanas, Sevilla en 1970. Con estudios de Marketing y diseño, ha desarrollado su labor profesional en diversos puestos directivos. Como autor cultiva varios géneros, siendo uno de sus favoritos la novela histórica. Forma parte del comité organizador de las Jornadas de Literatura Fantástica de Dos Hermanas, evento que año tras año está alcanzando un amplio reconocimiento literario, y que reúne a grandes autores del panorama español. Colabora como entrevistador y articulista con varias revistas: Cambio16, La Aventura de la Historia, Clío… También colabora en programas de radio como entrevistador y contertulio. Además, imparte cursos y talleres de creación literaria.
Forma parte del equipo de Biblioforum, una asociación cultural en Sevilla que organiza mensualmente charlas en torno al mundo de la literatura y la edición.
Su primera novela, HIJOS DE HERACLES, fue publicada en 2010 por Edhasa. En octubre de 2012 publicó El Collar Maya en formato digital con Ediciones aContracorriente. Su última novela es La Predicción del Astrólogo, que llegó a librerías a mediados de febrero de 2013.


      Háblanos de tus primeros acercamientos a la literatura. ¿Cómo se fue gestando ese escritor que llevas dentro?

Pues supongo que como la mayoría de nosotros: me gusta escribir desde muy pequeño y ya en mi infancia era un lector empedernido. Supongo que dedicarme a la escritura era el paso más lógico, aunque tardé en llegar a ello.

     ¿Por qué la preferencia de Teo Palacios por la novela histórica?

Probablemente por mis lecturas de adolescente: Disfrutaba leyendo a Verne, claro, pero me gustaba mucho más Salgari con su Corsario Negro, o Scott con Ivanhoe, o La Flecha Negra… Más tarde vendrían obras como El Médico, o Shogun. Al final, uno acaba escribiendo lo que le gusta leer.

En tu obra “Hijos de Heracles” rescatas una época que presenta muchas lagunas históricas. A este propósito, ¿qué opinión te merece la siguiente reflexión?: “El pasado es savia, no arrastre; mirada libre, no resabio; inspiración, no achaque fundamentalista”.

Pues me parece inspiradora. Es cierto que el pasado corre por nuestras venas como la savia por el árbol. Al fin y al cabo, somos consecuencia de lo que fuimos. Pero también es cierto que hay que mirar atrás sin prejuicios, intentando aprender de lo que ocurrió y, en especial, de por qué ocurrió.

¿Qué es lo más increíble de la cultura espartana?

Su absoluta disparidad con la nuestra. Nosotros vivimos en un mundo en el que el “yo” prima sobre todo lo demás; debemos buscar nuestra propia felicidad, “porque yo lo valgo”, “siéntete realizado” y un largo etcétera de mensajes. Los espartanos cultivaban todo lo contrario: mi ciudad está por encima de mí, mi familia es más importante que yo. El honor está por encima de todo… Esa forma de pensar los convierte en algo completamente distinto a lo que somos hoy en día, a pesar de que a ellos los movieran las mismas pasiones que a nosotros.

¿Cómo crees que pueda tomar el público lector la vuelta a ese pasado en una época que ya es otra, cuya sensibilidad es diferente y donde hay una expectativa y un entendimiento del arte completamente nuevos? ¿Crees que aquellas fórmulas que fueron eficaces un día aporten algo o reconfiguren una identidad cambiante?

No, no creo que la gente se asome al pasado con intención de volver a él, más bien como algo anecdótico; con curiosidad sí, pero nada más. Dudo que nadie quisiera pasar una sola semana en las condiciones en las que vivían ellos. Así que lo que nos queda es la curiosidad, y a veces la admiración, por lo que hicieron culturas pasadas.

¿Crees que tus novelas se subordinan al mercado o son transgresoras de este? ¿Lo que se gana en fama se pierde en autenticidad?

En mi caso escribo aquellas historias que me emocionan a nivel personal; no pienso en si serán “vendibles” o no. En mi opinión, creer que tienes que subordinarte al mercado, acceder a sus deseos, es un pensamiento arrogante y completamente ajeno a la realidad: Nadie es único, nadie está por encima del bien y del mal, por encima del resto del mundo. Lo que escribes porque te interesa a ti resulta que le interesa a miles de personas más, así que olvídate del mercado. Busca una historia que te apasione, que te emocione, y ponle todo tu amor, todas tus ganas. Si consigues crear una buena historia, el mercado estará ahí para ella.

La ficción, en cualquier circunstancia, supone un alto riesgo de transgresión y cambio. ¿Crees que la sociedad actual rechace las costumbres espartanas con la violencia de un exorcismo?

Las rechaza de pleno. Como decía antes, vivimos de un modo, con una mentalidad y valores, completamente diferentes. Somos incompatibles con aquel modo de vida.


 En tus novelas cada personaje pulsa una clave dramática, un tono y un criterio de puesta en escena que lo cualifica de forma especial. ¿Cómo logra Teo Palacios la atadura intemporal de esas vidas que giran en torno a un centro fijado y delimitado con total maestría?

Me temo que eres demasiado amable… Gracias. En cuanto a mi forma de trabajar, lo que puedo decir es que dedico bastante tiempo a conocer a los personajes de mis novelas. Trabajo muchos meses antes de llegar a escribir la primera palabra de la novela. En ese trabajo intento darles una personalidad propia, una identidad que los haga reconocibles por sí mismos. Me alegra ver que, al menos contigo, he cumplido ese propósito.


¿Qué recomendaciones puedes darles a los escritores noveles?

Que no desesperen, que no busquen atajos, que no tengan prisa. El mundo literario es complicado y lento, y uno necesita muchos años hasta dominar su propia voz, encontrar el estilo de lo que quiere escribir y desarrollar historias que verdaderamente merezcan la pena. La publicación no es la meta; la meta es disfrutar con lo que escribes. La publicación es un añadido.


Si tuvieras que definir un sueño… ¿qué nombre le pondrías?

                              Amor. Sin él la vida no merece la pena.



Pueden visitarlo en su página web: http://teopalacios.com