Quiero comenzar este post hablándoles de Alice Bailey. Como muchos
conocen, fue una escritora inglesa y practicante del esoterismo.
Los textos, que conforman
el libro del que hoy quiero hablarles, los escribió en 1919 y de ellos afirmó
que fueron dictados telepáticamente por el maestro tibetano Djwhal Khul. En
estos da a conocer la existencia de la jerarquía espiritual que Madame Blavatsky
ya había difundido.
En iniciación humana y
solar desarrolla una estructura teórico ocultista de gran dificultad y
envergadura. Este es un libro que nos permite comprender que en todo hombre
dormitan facultades que le posibilitan alcanzar el conocimiento de los mundos
superiores. La enseñanza recibida en este entrenamiento ha sido llamada
“enseñanza oculta”, “esotérica” o “ciencia espiritual”. Este saber oculto no es
para el hombre común un misterio mayor que lo es la escritura para aquel que no
la ha estudiado. Y así como cualquier persona puede aprender a escribir sí
emplea los métodos adecuados, así también todo hombre puede llegar a ser
discípulo, y hasta maestro de la ciencia oculta, si busca los caminos
apropiados.
Hay que tener en cuenta
que la iniciación o el proceso de
experimentar la expansión de conciencia es parte del proceso normal del
desarrollo evolutivo.
Rudolf
Steiner planteaba que muchos se imaginan que es necesario
buscar en un lugar determinado a los maestros del conocimiento superior para
recibir sus explicaciones. Al respecto dos cosas son ciertas: la primera es que
quien aspire seriamente al saber superior, no escatimará esfuerzo alguno ni
retrocederá ante ningún obstáculo para encontrar al
maestro que le inicie en los misterios superiores del universo. Por otra parte,
el neófito puede estar seguro de que la iniciación saldrá a su encuentro de
todas maneras, si late en él un esfuerzo serio y sincero para alcanzar el
conocimiento; pues existe una ley natural entre todos los iniciados que les
impide rechazar a cualquier hombre digno del conocimiento. Pero existe también
otra ley, tan natural como la primera, que les prohíbe impartir la menor parte
del conocimiento esotérico a quien carezca de méritos para recibirlo. Y un iniciado
es tanto más perfecto cuanto más estrictamente observe estas dos leyes. El
círculo espiritual que une a todos los iniciados no pertenece al mundo
exterior, pero esas dos leyes constituyen los broches de ese vínculo. "Podrías vivir en íntima amistad con
un iniciado, pero siempre existiría un abismo en relación con su ser esencial
hasta convertirte también en iniciado; podrías poseer todo su corazón y su
afecto, pero no te haría partícipe de sus conocimientos hasta que estuvieses
maduro para recibirlos. Podrías adularlo, torturarlo; nada le inducirá a
revelarte cosa alguna que no deba trasmitirte, ya que tu grado de evolución no
te permite acoger en el alma, como es debido, este misterio".
Las cimas espirituales no se pueden
alcanzar sino a través del portal de la humildad. "Sólo puedes llegar a un
verdadero conocimiento si has aprendido a apreciarlo".
Sobre el trabajo de la Jerarquía se
plantea: primero… que representa
una síntesis de fuerzas o de energías, conscientemente manejadas para llevar
adelante la evolución planetaria. Segundo, estas fuerzas manifestadas en
nuestro sistema planetario, por medio de las grandes Personalidades que componen
la Jerarquía, vinculan el sistema y todo lo que contiene, con la Jerarquía
superior llamada solar.
Estas
personalidades espirituales, adeptos y Maestros, han luchado y bregado por
obtener la victoria y el control en el plano físico, y se han enfrentado con
los miasmas, brumas, peligros, dificultades, angustias y dolores de la vida
diaria. Han hollado cada paso del sendero del sufrimiento, han pasado por todas
las experiencias, han superado todas las dificultades y han triunfado. Estos
Hermanos Mayores de la Raza han sufrido la crucifixión del yo personal y saben
de la total renuncia del aspirante. No existe ninguna fase de agonía, ningún
sacrificio consumado, ninguna Vía Dolorosa por la que no hayan pasado, y en
esto radica Su derecho a servir y el poder de Su demanda.
Alice
Bailey explica: Toda fe religiosa expone
la creencia de que quienes buscan con fervor hallan lo buscado, por lo tanto,
busquemos. Si en nuestra investigación comprobamos que estas afirmaciones no
son más que sueños visionarios, sin provecho alguno, que nos llevan tan sólo a
la oscuridad, no habremos perdido el tiempo, puesto que sabremos dónde no hay
que buscar. Por otra parte, si nuestra investigación nos lleva poco a poco a la
corroboración, y la luz brilla cada vez con mayor claridad, persistamos hasta
cuando alboree el día y la luz que brilla en la oscuridad ilumine el corazón y
el cerebro, entonces el buscador despertará a la comprensión de que toda
evolución tiende a otorgar esta expansión
de conciencia y esta iluminación, y que el logro del proceso iniciático y la
entrada en el quinto reino no son una quimera o fantasía, sino una realidad
establecida en la conciencia.
Iniciación humana y solar es un libro que puede servir como
camino introductorio para aquellos que se sienten atraídos por la investigación
del mundo espiritual.
Ya
para finalizar, les traigo este hermoso poema de Browning y les recuerdo que deben
estar atentos porque "ni una sola hoja cae" sin ser registrada su
caída.
Será
una faz como mi
faz la que te reciba;
un Hombre como
yo.
Amarás y serás
por siempre amado;
una mano como
ésta
te abrirá las
puertas de una nueva vida.
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