…Pero no puedo.
No
puedo, porque no me cabe en un instante;
porque
el amor no es un momento
feliz
o desgraciado.
Porque
es demasiada la sangre derramada
para
encerrarla en la canción, sola y concreta;
en
un mísero pliego.
Si
yo supiera hacer una canción de amor
no
la diría
para
que no se me fuera el amor en las palabras.
Sería
una canción que no se viera,
para
que fuera arena o fuera nube;
para
que fuera niebla;
para
que fuera efímera
a
la par que eterna.
Sería
una canción de hoy y mañana,
que
sirviera
para
cualquier momento.
Sería
una canción de viento
en
que envolverme;
sería
una canción de roca dura, indestructible,
para
sentar cimientos.
No
sería un sentir puntual hecho suspiro
latiendo
o llorando en llamarada.
Sería
una canción hecha de nada
para
que dure siempre.
Sería
una canción a cielo abierto…,
tal
vez, al modo de Neruda,
una
canción desesperada;
una
canción al mundo.
Pero,
eso sí, una canción contigo dentro.