miércoles, 8 de septiembre de 2021

CASI PIERDO LA ESPERANZA DE ESTAR VIVO...

(...) No espero más de la vida ni -por nombrar- de la muerte

que el filo de mi perfume que corta la pretensión de los vivos 
y me bendice la suerte,
me basta el aliento dulce de mi boca pa’ iluminarte las noches y consagrarte el camino
con la ilusión que te bordo con los hilos de este tiempo que entre tus manos es coraza
para alejar a esos cuervos que madrugan de perdidos por el umbral de tu casa.

Casi pierdo la esperanza de estar vivo
cuando la duda te roza como alimaña maldita que socava mis raíces.
Pero soy si tú lo dices…
si en tus ojos logro verme puedo reírme del mundo como amante enloquecido,
si tú me sientes yo digo
la verdad de nuestra historia donde lancé -entre soberbias del viento-
como un guerrero, mi grito. 

Mujer…
perdóname este amor que entre tus venas se duerme, quedamente, como un niño. 

Esteban D. Fernández
Del Libro: De lo que fue dictando un sueño

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