Vienes para contarme del canto y de la rosa
con tu paso rebelde hollando la ceniza
vienes como quien pasa una tarde de enero
febril en ese viento que desnuda a la espiga.
Vienes hilando aromas con letras de mi nombre
y arrancas de mi piel ternuras consentidas
llegas con el desorden de tu estirpe de hombre
sembrando primaveras al sur de mi sonrisa.
Vienes tirando horas de amor en mi ventana
y siempre que te nombro me acuerdo de algún frío
tu locura es un fuego urdido entre dos alas
que arde por mi cuerpo travieso como un niño.
Martha Jacqueline Iglesias Herrera
Del Libro de Poemas: Embrujo de Visión
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