Te
llamo por tu nombre y digo siempre,
me
vuelo hasta la orilla de tu boca
y
el beso se me vuelve transparente.
No
sé qué tengo.
Un
vicio de mujer ilusionada
se
incrusta como estrella entre mis sienes,
y
en tus manos depongo aquellas armas
que
me vencen un día de repente.
A
veces, por la noche, entretenida,
me
embosco sin querer en tu mirada,
y
tus ojos se me hacen sed tan viva,
que
los siento, amor, entre mis sábanas.
Martha Jacqueline Iglesias Herrera
Del Libro de Poemas: “Desnuda
como Eva”
Poema ilustrado con la obra de la pintora polaca Lidia
Wylangowska
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