miércoles, 17 de agosto de 2016

Las copas del placer...




 Aprendimos a leer del corazón las sílabas,
al tiempo que explorábamos centímetros no vírgenes
de distendida piel,
fuiste el barco de sueños que entrando en mi bahía
vertió sobre mis costas las copas del placer.

Y enjugué la espesura de aquel minuto efímero
mientras brasas ardían entre colinas blancas,
la altitud del instante sometió los sentidos
y azotó con caricias sacudidas del alma.

Fue cuajando el sudor como rocío nocturno
tanta carne vibró gravitando en sus órbitas,
que fue eco el silencio en la hora precisa
y fue mudo el gemir al vuelo de palomas.

Sobrevolaron el aire de un golpe las cenizas
los fragmentos en pie de tanta vida pasada,
y una y otra vez enjugué la espesura
mientras tu barco anclaba para siempre en mis aguas.



Martha Jacqueline
Del Poemario: "Desenváinate y Tómame"